Una estrategia de inversión muy popular cuando se construyen las carteras de valores para el ejercicio que comienza es escoger a los valores que peor se comportaron el año anterior a la espera de un rebote en los mismos el año siguiente. Este modus operandi es muy famoso en EEUU y cada vez lo es más en Europa.
La expresión de apostar por los perros de la bolsa es una traducción de los dogs del Dow Jones, que designan cada año a las diez peores acciones del indicador. La estrategia de comprar estos perros del Dow fue popularizada por Michale B.O'Higgins en su libro Beating the Dow y, básicamente, consiste en seleccionar las 10 acciones con mayor rentabilidad por dividendo del índice Dow Jones Industrial, que en muchos casos coinciden con las más castigadas, esperando que se recuperen al año siguiente. Con la popularización del término, los perros de la bolsa han acabado siendo aquellos valores que peor desempeño han tenido durante el año, repartan o no dividendos.