¡La cuña descendente invita a no vender!
La corrección bajista que desarrollan las bolsas mundiales durante los últimos meses sigue mandando, pero cada vez son más las dificultades que está encontrando para seguir imponiéndose, como puede verse al otro lado del Atlántico, donde los índices están lejos de los mínimos que marcaron a mediados de junio y sus cotizaciones están enmarcadas desde hace meses dentro de lo que tiene visos de ser una cuña descendente (en inglés falling wedge), que es un patrón gráfico, similar al triángulo, que señala un agotamiento de la corriente vendedora.
Una ña descendente es la convergencia de dos rectas en la misma dirección que se forman gracias a una serie de máximos y mínimos relativos decrecientes en el precio, en el que se puede observar como la amplitud entre los mismos se va acortando. Esta figura básica del análisis técnico, especialmente clara en los índices tecnológicos, es un patrón de cambio de tendencia, porque al completarse, los precios suelen romper en sentido opuesto al que apunta la cuña. Por tanto, se puede pronosticar con cierto nivel de certeza que lo más probable es que en próximas semanas asistamos a un potente rebote en Wall Street, que obviamente arrastrará a las bolsas del Viejo Continente a subidas que podrían llevar al menos al EuroStoxx 50 a niveles donde cotizaba en abril en los 4.025 puntos, que se encuentran a un 17% de distancia.
La cuestión ahora es si antes de ver este rebote asistiremos a un nuevo latigazo bajista del 10% en las bolsas mundiales, que podría llevar al Nasdaq 100 a la zona de los 10.600 puntos (base de la cuña descendente) y al EuroStoxx 50 al objetivo que hace meses vengo señalando en los 3.000/3.100 puntos, en lo que a mi entender sería la clásica claudicación que suele tener lugar en la parte final de caídas como las de los últimos meses. Pistas que apuntarían hacia un latigazo bajista o un potente rebote las encontraremos si el Nasdaq 100 pierde soportes de 11.265/11.366 o supera resistencias de 12.170/12.265 puntos.
