El EuroStoxx 50 (SX5E.ST) ha cerrado el mes por todo lo alto, aproximándose a los máximos que marcó el pasado mes de junio en los 4.165 puntos, lo cual es un signo de fortaleza que no hace más que reforzar nuestro escenario de que en cuanto concluya la actual consolidación asistiremos a una continuidad alcista.
Ahora bien, esta continuidad alcista está por ver si tendrá lugar en agosto ya que eso parece complicado si atendemos a las dos últimas velas mensuales que ha desplegado el EuroStoxx 50. Si en junio advertimos de que la vela mensual en forma de estrella fugaz era indicativa de un techo temporal en las subidas y denotaba un posible agotamiento alcista, la vela mensual que ha desplegado el EuroStoxx 50 este mes de julio es más de lo mismo. En esta ocasión se conoce como hombre colgado y también nos avisa de que las últimas alzas podrían ser poco fiables y parte de un proceso consolidativo que aún podría durar más tiempo antes de que veamos alzas sostenibles hacia objetivos en los 4.575 puntos.
Que el EuroStoxx 50 no alcanzara en la última caída los mínimos de mayo en los 3.855 puntos (mínimos en 3.900) y que al otro lado del Atlántico todavía no se haya visto una mínima corrección bajista, invita a no descartar la posibilidad de que aún podamos ver amplios vaivenes en próximas semanas y no nos sorprendería que incluso acabáramos viendo una caída a esos 3.855 puntos.
Para nuevas compras lo ideal sería esperar a que el EuroStoxx 50 consolide al menos parte del rebote visto durante las últimas dos semanas ya que comprar ahora hace que la ecuación rentabilidad riesgo no sea tan buena como lo era jornadas atrás. Piensen que hay que partir de la idea de que en el peor de los casos las caídas podrían profundizar hasta los 3.700/3.720 puntos, cuyo alcance supondría una corrección del 38,20% de toda la tendencia alcista desde los mínimos del año pasado. Hasta ahí hay un margen de caída ahora del 10% y el recorrido o potencial recompensa hacia el siguiente objetivo en los 4.575 puntos se encuentra hoy a un 11%. Por tanto, con un riesgo del 10% y un potencial del 11% la ecuación rentabilidad riesgo invita a esperar nuevas caídas. Otra cosa es comprar títulos que no hayan rebotado todavía en demasía desde sus últimos mínimos. Ahí sí pueden encontrarse oportunidades.