La pérdida de los 249 dólares, que fueron el origen del último rebote en la cotización de Spotify, nos invita a cerrar posiciones en un título que lleva meses corrigiendo posiciones y que, de momento, no logra retomar su tendencia principal alcista. Con máximos y mínimos relativos decrecientes no se sube y no nos sorprendería que en próximas sesiones se fuera a buscar apoyo a soportes que encuentra en los 220 e incluso no descartamos que se dirija a los 200 dólares, donde meses atrás abrió un potente hueco alcista. Si alcanza los 200 dólares ya nos plantearemos recomprar si detectamos alguna ventana de compra o signos de agotamiento vendedor relevantes. Preferimos irnos con la música a otra parte.