Situación de corto plazo:
La corrección que desarrolla la cotización del eurodólar (EURUSD) desde que alcanzó el pasado 6 de enero la zona de los 1,2350 dólares por euro ha llegado a profundizar hacia los 1,1830, que es la tangencia con la media móvil de 200 sesiones tal y como pueden ver en el chart adjunto. Desde ahí trata de reordenarse al alza y para confiar en un contexto alcista lo mínimo exigible es que logre batir la resistencia de 1,20 y luego debería romper la directriz bajista que discurre por los 1,21-1,2150.
La cesión de este soporte de 1,1830 provocaría un deterioro en sus posibilidades alcistas y abriría la puerta a ver una profundización de la corrección hacia los 1,16 dólares por euro. La posibilidad de ver esta recuperación en el eurodólar es algo que nos resistimos a cancelar ya que seguimos sin confiar en demasía del rebote del índice dólar sin que éste hubiera alcanzado los mínimos de 2018.
Situación Tendencial:
Con las subidas de los últimos meses se está poniendo en jaque la tendencia bajista que desarrolla el par desde los máximos del año 2008 en la zona de los 1,60 dólares por euro. La cotización del eurodólar está tratando de sentar las bases de un giro alcista después de haber buscado apoyo en su directriz alcista de largo plazo, visible en escala aritmética y que surge de unir los mínimos del año 1985, del 2000 y de 2017. Desde la misma está formando un rebote que está comenzando a superar la directriz bajista que guiaba las caídas durante los últimos años. En próximos meses lo más probable es que veamos al eurodólar buscar la zona de 1,25-1,30 dólares por euro, que son los máximos de 2018 y el techo de un canal de medio plazo. Superando ese rango resistivo ya se podría dar por concluida definitivamente su tendencia bajista de largo plazo y se podría favorecer alzas muy importantes en próximos meses y años.