Situación de corto plazo:
Las subidas que estamos viendo a corto plazo no nos sorprenden y encajan con un escenario de corrección más complejo y, en lo que es más importante, denota una fortaleza que lo que hace es reforzar nuestra idea de que una caída a niveles de corrección del 38,20% de la serie de Fibonacci de toda la subida que nació en marzo, sería una oportunidad inmejorable para comprar renta variable norteamericana.
En este sentido, tengan presente que si llegamos a caer directamente a niveles de corrección del 38,20% de Fibonacci, esto es la zona de los 10.300 del Nasdaq 100 (NDX100.NQ), se hubiera estado ante una señal de debilidad que hubiera impedido cancelar la posibilidad de que esa caída hubiera sido la primera pata de una corrección bajista de mayor relevancia. Por tanto, que a corto se asista a un rebote no deja de ser un signo de fortaleza que apoya nuestra decisión de comprar en cuanto se alcancen los 10.300 puntos del Nasdaq, cuyos niveles análogos en el S&P 500 (SP500.CH) se encuentran en los 3.055 puntos.
A corto plazo no podremos hablar de fortaleza mientras el Nasdaq 100 no consiga batir resistencias que aparecen en los 11.600-11.760 puntos, que correspondería con una recuperación del 50 y 61,80% de la serie de Fibonacci de toda la caída desde los máximos que marcó en los 12.440 puntos.
Situación tendencial:
El fuerte rebote visto desde los mínimos de marzo es una clara señal de fortaleza que aleja los riesgos de ver una caída por debajo de esos mínimos y una corrección del 50% de todo el rebote lo veríamos como una inmejorable oportunidad para comprar renta variable norteamericana con una visión de largo plazo. Hablamos de soportes como son los 2.900 puntos del S&P 500, si bien es cierto que ya podrían iniciarse compras en la zona de los 3.055 puntos.