Situación de corto plazo:
Después de la fuerte subida que experimentó el eurodólar (EURUSD) durante el mes de julio estábamos pendientes de ver si el par sería capaz de mantener el pulso alcista en agosto, algo que finalmente logró ayer cerrando por todo lo alto.
No habrá debilidad ni nada que ponga en jaque las posibilidades de seguir viendo mayores alzas a corto plazo mientras no pierda soportes que encuentra en la zona de los 1,1694 dólares por euro, que son los mínimos del mes de agosto. Un apoyo a ese soporte, donde discurre su directriz alcista, lo vemos como algo normal y previo a mayores alzas hacia objetivos que manejamos en los 1,2550 y no descartamos incluso la búsqueda de objetivos como son los 1,28-1,30 dólares por euro. Esto encajaría con una vuelta del índice dólar a los mínimos de 2018.
Situación Tendencial:
Con las subidas de los últimos meses se está poniendo en jaque la tendencia bajista que desarrolla el par desde los máximos del año 2008 en la zona de los 1,60 dólares por euro. La cotización del eurodólar está tratando de sentar las bases de un giro alcista después de haber buscado apoyo en su directriz alcista de largo plazo, visible en escala aritmética y que surge de unir los mínimos del año 1985, del 2000 y de 2017. Desde la misma está formando un rebote que está comenzando a superar la directriz bajista que guiaba las caídas durante los últimos años. En próximos meses lo más probable es que veamos al eurodólar buscar la zona de 1,25-1,30 dólares por euro, que son los máximos de 2018 y el techo de un canal de medio plazo. Superando ese rango resistivo ya se podría dar por concluida definitivamente su tendencia bajista de largo plazo y se podría favorecer alzas muy importantes en próximos meses y años.