Situación de corto plazo:
Las últimas subidas están llevando al eurodólar (EURUSD) a aproximarse a la zona de resistencia de medio / largo plazo de 1,15 dólares por euro, que son los máximos que alcanzó en marzo y zona por donde discurre la directriz bajista también de largo plazo, que es la que debe batir el eurodólar para dejar atrás su tendencia bajista de los últimos años.
El alcance de este entorno de fuerte resistencia de los 1,15 dólares por euro no nos sorprendería que provoque cierto vértigo y el comienzo de una fase de consolidación que no revestirá peligrosidad para su capacidad de mantener sus opciones alcistas mientras no pierda los 1,1150.
Situación Tendencial:
La tendencia bajista que desarrolla el par desde los 1,2550 se mantiene del todo vigente aunque estamos muy pendientes de ver si logra reestructurarse al alza desde su directriz alcista de largo plazo visible en escala aritmética y que surge de unir los mínimos del año 1985, del 2000 y de 2017, que discurre actualmente por la zona de los 1,0640-1,0725 dólares por euro, en lo que parece su última oportunidad para no tener que favorecer caídas hacia la zona de los 0,90 y no podemos descartar incluso que el par se dirija a buscar los mínimos del año 2000 en los 0,8240.
Si el eurodólar quiere mantener intactas las posibilidades de retomar su tendencia alcista de largo plazo en ningún caso debería de perder esa directriz alcista. En cualquier caso, para que podamos favorecer un movimiento alcista sostenible en próximos meses y tenga éxito esa reestructuración alcista la cotización debería superar resistencias de 1,15 dólares por euro, lo que habilitaría la ruptura de la directriz bajista que viene guiando las caídas desde el año 2008.