Situación de corto plazo:
Es incuestionable que al cierre de ayer lunes las principales bolsas europeas lograron batir resistencias importantes, que de forma general encontraban en los máximos de las dos últimas semanas, lo cual aleja temporalmente los riesgos de asistir a una corrección bajista en profundidad, pero esta señal de fortaleza no fue lo contundente que cabría esperar tal y como refleja el hecho de que el cierre de los índices del Viejo Continente fue inferior a los niveles de apertura. Esto nos indica que la presión compradora inicial no consiguió imponerse después y esto es algo que al menos debe ser vigilado, sobre todo cuando al otro lado del Atlántico el Dow Jones Industrial y el S&P 500 siguen por debajo de resistencias clave, como son los 27.000 y los 3.190 puntos respectivamente.