Situación de corto plazo:
Optimismo desatado en las bolsas europeas que rubricaron el viernes una semana de fuertes ascensos que dio continuidad a la fase 2 del rebote que nació hace tres semanas, en los mínimos del pasado mes de mayo.
Las bolsas europeas parece que tiene prisa por emular el comportamiento de Wall Street, como refuerza el hecho de que el viernes el Eurostoxx 50 (SX5E.ST) lograra batir la resistencia de los 3.350 puntos, que aleja el riesgo de que en una próxima recaída de las bolsas europeas el Eurostoxx 50 se dirija de nuevo a los mínimos de marzo en los 2.300 puntos. Así las cosas, con la información que tenemos es probable que una próxima recaída a los mínimos de mayo, como son los 2.710 puntos en el Eurostoxx 50, frene un eventual contraataque bajista y su alcance lo veríamos como una oportunidad para comprar bolsa europea con una visión de medio / largo plazo.
Técnicamente el Eurostoxx 50 no encontrará resistencia digna de destacar a corto plazo hasta la zona de los 3.450-3.535 puntos, lo que aún podría dar un margen de subida del 3-5% antes de que veamos un probable agotamiento alcista. Para que se ponga en jaque las posibilidades de ver mayores alzas es preciso que el Eurostoxx 50 cierre el hueco que abrió al alza en la apertura del pasado viernes en los 3.260 puntos.
Situación tendencial:
La tendencia alcista que definía desde el año 2009 el EuroStoxx 50 Total Return (SX5T.ST), que es la versión mejorada del índice tradicional EuroStoxx 50 que contempla la reinversión de los dividendos que reparten periódicamente las empresas que forman parte del índice, se ha cancelado tras asistir a la pérdida de los 6.000 puntos, que eran los mínimos de diciembre de 2018. Es momento de ir aprovechando rebotes para obtener una liquidez que será muy necesaria y preciada para cuando detectemos un suelo y podamos recomponer la cartera con una visión de largo plazo.
Un rebote en las bolsas europeas no nos sorprende ya que se está formando tras alcanzarse entornos de soporte histórico en muchos índices, como los 8.150-8.200 puntos del DAX 30 alemán (mínimos en 8.250), donde se encuentra una antigua resistencia de muy largo plazo como son los son los máximos de la burbuja tecnológica del año 2000 y de la crisis financiera del año 2007-2008. Todo apunta a que este soporte será partido en dos en un próximo hachazo bajista ya que seguimos considerando que es muy difícil que hayamos visto un suelo más allá de algo temporal.
Si atendemos a la estructura de precios que vemos en los índices del Viejo Continente mucho nos tememos que aún no hemos visto lo peor. Por poner un ejemplo, el DAX 30 alemán todavía no ha alcanzado ni siquiera el objetivo de caída mínimo del patrón bajista en forma de doble techo que confirmó tras perder los 10.270 puntos y que aparece en los 7.700 puntos del índice germano.
Nota: La hipótesis bajista se encuentra bajo revisión.