Repsol (REP.MC) ha presentado cuentas del primer trimestre del ejercicio, en las que se ha sufrido el impacto del hundimiento del precio del crudo. Ha perdido 487 millones de euros, frente a los 608 millones que ganó en el mismo período de 2019, pero ratifica que mantiene el dividendo a cargo de 2019 y que repartirá 1 euro por título en 2020.
Sus títulos reciben con subidas sus resultados trimestrales. En las últimas semanas lo más destacable es que desarrolla una fase lateral tras encontrar freno en la parte inferior del amplio hueco bajista abierto desde los 9,60 euros y mientras no sea superado no podremos considerar que se aleja el riesgo de ver un nuevo ataque a los mínimos del mes de marzo. De hecho, aun consideramos que será lo más probable, que en próximas semanas se dirija a poner a prueba la zona de los 5,80/5,70 euros, por donde aparece el soporte decreciente que ya puso freno a las caídas en marzo. Hasta ahí no seríamos partidarios de buscar un giro alcista y una ventana de compra, siendo conscientes de que aún corre el riesgo incluso de buscar la zona de mínimos de 2002, los 4,15 euros.
A corto plazo no habrá debilidad destacable que ponga en jaque sus opciones de atacar los 9,60 euros mientras no pierda los mínimos de ayer, algo que ya no tendría ningún sentido, los 7,63 euros. Aquellos que estén posicionados deberían de plantearse vender si pierde este nivel y no están dispuestos a asumir el riesgo de ver el escenario planteado.