La presión vendedora vuelve a imponerse de un modo contundente en las bolsas europeas, que por el momento se muestran incapaces de sostener el intento de rebote que trataron de formar desde los mínimos que marcaron el lunes de la semana pasada, algo que no nos sorprende si atendemos al comportamiento de Wall Street, que no solamente no acompañó en este tímido rebote sino que a corto están marcando nuevos mínimos en la caída. Para poder favorecer la posibilidad de ver un agotamiento vendedor a corto y valorar un posible rebote mayor el primer paso es que los índices europeos consigan cerrar el hueco que han abierto hoy a la baja, para lo cual deben superar al cierre de una jornada niveles donde concluyeron el viernes pasado. En el caso del Ibex 35 se debería de recuperar niveles de 6.445 puntos mientras que en el Eurostoxx 50 serían niveles de 2.550 puntos.
En este comienzo de semana estaremos especialmente pendientes de la evolución del S&P 500 (SP500.CH). Si no consigue revolverse al alza y recuperar rápidamente la zona soporte teórico de los 2.350 puntos que perdió el viernes, que recordemos son los mínimos de 2018 y el objetivo que señalábamos que podía ser alcanzado si se perdían soportes de 2.700-2.730 puntos, mucho nos tememos que podríamos ver otra situación de pánico en las bolsas ya que en tal caso el índice estadounidense no encontraría soporte digno de destacar hasta la zona de los 2.000 enteros.