El hecho de que con la actual extrema sobreventa las bolsas europeas se muestren incapaces de rebotar es de todo menos algo alcista, máxime cuando ayer el Eurostoxx 50 alcanzó la zona de importante soporte de los 2.900 puntos, que son los mínimos del año 2018 y origen de su último gran impulso alcista. Hablamos, por tanto, de un soporte muy importante cuya cesión nos obligaría a valorar la reducción de exposición a bolsa europea, algo que por el momento nos resistimos a hacer con este pánico, con esta fortísima sobreventa y sin que al otro lado del Atlántico el S&P 500 haya perdido su soporte clave de los 2.700-2.730 puntos.