Situación de corto plazo:
Que a corto plazo asistamos a un rebote tras la fuerte caída que vimos el pasado miércoles, jornada en la que se perdieron soportes clave que abrieron la puerta a una esperada corrección, es del todo normal y, de momento, no cambia la situación correctiva en la que se encuentra la renta variable europea.
De hecho, que las bolsas hayan necesitado tres sesiones para recuperar poco más de la mitad de la caída de la jornada del miércoles es de todo menos un signo de fortaleza y es algo que invita a pensar que estamos ante un rebote vulnerable. Para tener algún signo de fortaleza que nos haga cambiar de opinión y comenzar a valorar la conveniencia de cambiar el discurso de esperar una caída a los mínimos de agosto para comprar, es preciso que el rebote consiga, cuando menos, superar los máximos del pasado miércoles, para lo cual el Eurostoxx 50 (SX5E.ST) debería superar resistencias de 3.518 puntos.
Situación tendencial:
La tendencia que define el EuroStoxx 50 Total Return (SX5T.ST), que es la versión mejorada del índice tradicional EuroStoxx 50 que contempla la reinversión de los dividendos que reparten periódicamente las empresas que forman parte del índice, logró en julio marcar un máximo de todos los tiempos tras conseguir superar los máximos del año 2017. Esto es de todo menos algo bajista pero para hablar de que ha entrado en subida libre absoluta, que es la situación técnica más alcista que existe, debemos esperar a que logre batir la resistencia creciente que viene frenando los distintos intentos alcistas durante la última década. Por el momento sigue por debajo de ella y no nos sorprendería que la aproximación a la misma pueda provocar una nueva consolidación o corrección, que es la que esperamos para volver a recomendar comprar bolsa europea.