Se acercaba el final del siglo XX y algo nuevo había llegado para revolucionar el sistema económico y social en todo el mundo. Se llamaba Internet y, aunque sus orígenes datan del año 1969 no fue hasta bien entrada la década de los 90 cuando su uso se empezó a generalizar en el mundo occidental.
Precisamente es en esta época cuando comienzan a proliferar empresas de este sector, sobre todo, al otro lado del Atlántico. Estas empresas, con Microsoft a la cabeza, lideraban sin oposición el mercado estadounidense de renta variable ante las expectativas de un cambio de paradigma mundial que las llevase a convertirse en las firmas más importantes, y por ello, más valiosas, de todo el planeta.