"Un pequeño agujero hunde un barco" es una cita que se le atribuye a Benjamin Franklin, uno de los padres fundadores de Estados Unidos. Ésta, aunque fuera pronunciada a mediados del siglo XVIII, podría servir perfectamente para explicar lo que sucede en 2017 con el efecto divisa y el Dow Jones, uno de los selectivos con más historia del mercado estadounidense.
Resulta paradójico cómo la depreciación del dólar este año frente al euro, de cerca de un 6,3%, tiene como su consecuencia más directa la pérdida de rentabilidad de una inversión hecha desde Europa pese a que el índice industrial de Wall Street se encuentre cotizando en máximos históricos tras revalorizarse más de un 8,5% desde que se iniciase el año.