Barón, Conde, Marqués y Duque son los principales títulos que han engalanado a la aristocracia a lo largo de la historia e, independientemente del noble en cuestión, el que ha emitido ese título y dado sentido a todo este sistema ha sido el Rey. También en el mundo de la inversión ha existido esta aristocracia, formada por aquellas firmas que, sin interrupción, han incrementado sus pagos a los accionistas cada año a lo largo de los últimos 25.
Sin embargo, estas se quedan en un segundo escalafón ya que la historia de la inversión también ha guardado un espacio para los Reyes del Dividendo, denominados así al acumular 50 años o más aumentando la retribución que cada ejercicio reparten entre sus accionistas. Lo particular en este caso es que en el mercado norteamericano, que es de donde se ha podido extraer una serie histórica tan larga, hay hasta 22 compañía que se pueden poner la corona.