Después de muchos años con la música apagada y los protagonistas alejados del centro de la pista de baile, en los últimos meses el sector de las telecomunicaciones ha empezado a afinar los instrumentos para que la música del baile corporativo vuelva a sonar. El principal lastre que ha pesado sobre esta industria en Europa ha sido que mientras la competencia no se reducía, los costes de inversión en infraestructuras se han incrementado, con lo que eso ha supuesto para los ingresos y los márgenes de los bailarines.
A los movimientos llevados a cabo por Telefónica, American Tower y Vodafone en los meses recientes, esta misma semana se ha conocido una doble operación, con Deutsche Telekom, el líder europeo, en el centro de la misma, vendiendo su filial neerlandesa e intercambiando acciones con SoftBank.