No hay ninguna teleco de entre las 30 mayores de toda Europa que haya caído más que Telefónica desde que comenzó el año. Lo cierto es que este sería un titular impactante si no tuviese a Telefónica como protagonista, la cual ya tiene más que acostumbrados a sus accionistas a ser la más castigada pese a no se la peor alumna de la clase.
Desde que comenzó el año, las acciones de la empresa presidida por Álvarez-Pallete han perdido el 44% de su valor. La caída se puede decir que ha sido en dos tramos. El primero, ligado al crash bursátil comenzado en la última semana de febrero, donde se perdió en torno a un 40%. El segundo, a partir de junio, que elevó estas pérdidas hasta el 55%, llevando a Telefónica a cotizar por debajo de los 2,80 euros por acción por primera vez en la historia. Desde ahí, ha conseguido recuperar algo más de un 24%. "Creo que ha sido demasiado penalizada y que el mercado no ha recogido ni el valor por partes de su negocio ni las últimas buenas noticias que han ido dando, pero esto ya pasaba antes y Telefónica nunca termina de tirar", apunta Juan Peña, analista de GVC Gaesco. "Creo que ya es una cuestión de la imagen que tienen los inversores de la compañía", añade.