La inversión extranjera se redujo un 45% en 2022 con respecto a 2018
- Madrid aglutina el 64,5% del total del gasto exterior en España
- Xiana Méndez destaca el clima de negocios favorable de España
Alfonso Bello Huidobro
Madrid,
La inversión extranjera sigue creciendo en España, pero no alcanza el nivel anterior a la pandemia. Con 2018 como el mejor dato de la la serie histórica (desde 1993), la estadística disponible, correspondiente a los primeros tres trimestres de este año, muestra que nuestro país continúa un 44,8% por detrás del mismo periodo del año 2018.
Ese año, España vivió un cambio de Gobierno tras la moción de censura a Mariano Rajoy, tras la cual Pedro Sánchez se mudó al Palacio de la Moncloa. En plena expansión económica tras la salida de la crisis de 2008, el país recibió 40.713 millones de euros de inversión bruta no ETVE hasta septiembre, el cambio en el Gobierno no se dejó notar debido a la inercia positiva hasta el año siguiente.
Este curso, la inversión exterior ha comenzado a despuntar entre enero y septiembre después de tres años sin mucha variación, alcanzando 22.457 millones de euros, un 35,4% más que en el mismo abanico de 2021.
Las diferencias de inversión entre las comunidades que más aportan al PIB entre 2018 y 2022 son bastante dispares. La Comunidad de Madrid fue en ambos años la región que más dinero recibió en ambos años, pero con una rebaja del 58,25%. En 2018 la comunidad recibió el 85,5% del total los primeros 9 meses. Este curso la proporción ha sido del 64,5%.
Cataluña y Andalucía, al igual que Madrid y la media nacional, también vieron como este año la cantidad de inversión exterior se redujo sustancialmente en comparación con el mejor dato de la serie histórica, un 23,9% y un 20,11% respectivamente de reducción interanual.
Solo País Vasco y la Comunidad Valenciana mejoraron sus cifras respecto a 2018, creciendo un 56,15% y un 48,22% respectivamente.
La inversión extranjera si creció con respecto a 2021. Según muestran los últimos datos registrados en DataInvex, de enero a septiembre de 2022, los flujos de inversión extranjera en España bruta no ETVE alcanzaron los 22.457 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 35,4% respecto al mismo periodo que el año anterior.
Para la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, "estos buenos resultados confirman que en España contamos con un clima de negocios muy favorable para atraer inversión extranjera gracias al modelo de economía abierta y competitiva. La inversión extranjera es un eje fundamental para el desarrollo social y económico de nuestro país".
Por su parte, la inversión española bruta no ETVE en el exterior fue de 8.925 millones de euros, disminuyendo un 59,4% en relación con el mismo periodo del año anterior.
Madrid sigue posicionándose en el primer puesto del ranking, con el 64,5% del total de las inversiones extranjeras
Respecto al análisis geográfico, dos países, EEUU y Reino Unido, continúan concentrando la emisión del 54,5% de los flujos de inversión no ETVE recibidos en España.
Por sectores, el 57,8% del total de la inversión extranjera en España se dirigió al sector servicios, el 39,1% al sector de la industria, el 2,9% a la construcción y un 0,2% al sector primario.
A nivel de Comunidades Autónomas, Madrid sigue posicionándose en el primer puesto del ranking, con el 64,5% del total de las inversiones extranjeras. Le siguen Cataluña (11,%), País Vasco (10,1%) y la Comunidad Valenciana (2,9%).
La evolución de la inversión interanual solo se reduce en Andalucia, que presenta una involución del 54,98% respecto a 2021. Por contra, la región (de las cinco estudiadas) que más ha crecido en inversión es el País Vasco (86,86%) en comparación con el curso pasado. La Comunidad de Madrid, por su parte, tuvo un crecimiento del 31,46% en los primeros 9 meses del año. Cataluña (11,95%) y la Comunidad Valenciana (5,17%) completan la lista.
Trabas a la inversión
Esta reducción de la inversión, a pesar del mejora del dato respecto a 2021, tiene su explicación en medidas aprobadas por el Gobierno. El hachazo fiscal a las grandes empresas del sector bancario y energético para gravar sus beneficios extraordinarios, provenientes del aumento de los precios energéticos y la subida de los tipos de interés. Con esta medida, el Gobierno quiere recaudar 7.000 millones en los próximos dos años, contando ya con los beneficios del presente ejercicio.
Desde las asociaciones empresariales y las propias corporaciones ya advirtieron al Gobierno que esta medida era un golpe al tejido productivo y un auténtico problema para, no solo atraer inversión desde el exterior, que ha echado paraa a tras a inversores que tenían pensado aterrizar en nuestro país. Este último trimestre estuvo muy presente en el panorama político un recurso por parte bancos y eléctricas a este gravamen, pero también por la aprobación en septiembre del impuesto a las grandes fortunas y patrimonio. De este modo, habrá que esperar a conocer los datos del último trimestre para poder valorar la evolución del efecto de estas medidas.
Por otro lado, el Gobierno también prolongó durante este mes, y hasta finales de 2024, el blindaje a empresas estratégicas, el popularmente conocido como escudo antiopas, puesto en marcha por el Ejecutivo en 2020 con el fin de proteger a las consideradas empresas estratégicas tras el castigo en Bolsa que estaban recibiendo entonces.
La medida deja así en manos del Gobierno la autorización de las inversiones extranjeras en empresas estratégicas cotizadas en las que se pretenda superar el 10% del capital, así como en aquellas no cotizadas en las que la inversión supere los 500 millones de euros.
El mencionado 'escudo' dejó en manos del Ejecutivo la autorización previa a operaciones como la compra de Euskaltel por MásMóvil o la OPA de IFM a Naturgy, cuya autorización fue condicionada, entre otras.
Esta medida, que se encuentra en su tercera prórroga, es otro de los problemas con los que se encuentran los inversores, que ven como la política entra a regular operaciones cuando son competencia del mercado en sí.