El sector del automóvil se expone a multas de hasta 34.000 millones por las emisiones
- Los fabricantes europeos han solicitado una moratoria de un año
- El Grupo BMW y Volkswagen son reacios a la aplicación de esta moratoria
- Todas las marcas, salvo Tesla, se verían afectadas por las multas
Ankor Tejero
El sector de la automoción se expone a multas de hasta 34.000 millones de euros si no consiguen reducir las emisiones medias de los vehículos comercializados en la Unión Europea.
Y es que en enero entró en vigor la normativa europea de emisiones de dióxido de carbono. Esta normativa obliga a los fabricantes a que la media de las emisiones de sus automóviles vendidos en el Viejo Continente a partir de 2020 no genere más de 95 gramos de CO2 por kilómetro recorrido. En caso de no cumplir con estos niveles, las compañías podrían exponerse al pago de multas millonarias, ya que tendrán que abonar 95 euros por cada gramo y vehículo vendido que supere estas cifras.
Para lograr estos objetivos, la Unión Europea llevó a cabo algunos incentivos para que todos los fabricantes impulsasen las ventas de vehículos. Uno de ellos era que en el periodo 2020-2022 un coche que contamine menos de 50 gramos de CO2 por kilómetro se computara como dos ventas el primer año, como 1,67 en el segundo y como 1,33 en el tercero. No será contado como un solo vehículo hasta 2023.
Asimismo, la normativa europea permite a los fabricantes de automóviles compensar sus emisiones de forma interna, que es lo que hace por ejemplo el Grupo Volkswagen, al nivelar las emisiones de Volkswagen, SEAT y Skoda con las de Porsche y Audi, con unas emisiones más elevadas.
Pese a que la normativa sigue en pie, los fabricantes europeos, a través de su patronal Acea, ya han solicitado a la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, una moratoria de un año, ante el parón que vive el sector de la automoción por la crisis del coronavirus.
España pide la moratoria
De hecho, el presidente de la patronal de fabricantes de automóviles y camiones (Anfac) y director general del Grupo Renault, José Vicente de los Mozos, se ha mostrado partidario de aplicar esta moratoria. En su opinión, en caso de que la Unión Europea siguiese adelante con la normativa, "se pondría a la industria en una posición más complicada de la que se encuentra".
Para el presidente de Anfac, el actual parón que afecta al sector de la automoción "supone dejar de fabricar 50.000 vehículos a la semana y dejar de vender entre 20.000 y 25.000 unidades a la semana". Pero dentro del sector no existe unanimidad respecto a la aplicación de la moratoria. Los grupos BMW y Volkswagen son reacios a esta medida, como ya expusieron varias marcas en sus conferencias de resultados.
Por su parte, desde la patronal de concesionarios (Faconauto) también se han mostrado favorables a la aplicación de esta moratoria. Así lo aseguró el presidente de Faconauto, Gerardo Pérez, en una entrevista a elEconomista. En su opinión, para reactivar las ventas hay que conseguir esa moratoria "para olvidarnos de un protocolo muy restrictivo que ya lastraba nuestras ventas antes de la crisis".
En caso de que la UE no conceda esta moratoria, la situación no será tan preocupante como se preveía a principios de año. La razón es clara: a menor producción de vehículos, menores ventas de los mismos. Por el contrario, en caso de conseguirla, los fabricantes podrían seguir produciendo vehículos de combustión interna y dar salida a este stock de modelos. Y es que los modelos de gasolina o diésel dan mayor margen de beneficios que los eléctricos, según la federación europea Transport&Environment.
Ahora bien, en España el sector de la automoción en su conjunto ya ha pedido al Gobierno que apruebe un plan de choque nacional de medidas urgentes y específicas para el automóvil y otros vehículos, como vehículos industriales, autobuses, motocicletas o ciclomotores.
Entre estas medidas destaca un plan de choque nacional de apoyo al sector que cuente con medidas de impulso a la demanda, que ayuden a la recuperación global del mercado y sus servicios, que promuevan la renovación del parque con todas las nuevas tecnologías disponibles e impulsen el cumplimiento de los objetivos medioambientales del sector.
Por su parte, el presidente del grupo PSA, Carlos Tavares, pidió en una carta a sus empleados que estuviesen preparados para volver a sus puestos de trabajo cuando se supere la crisis, ya que una empresa como el consorcio galo "no puede resistir mucho tiempo con una ausencia casi completa de ingresos.
Todas las marcas, afectadas
En el corto plazo este parón industrial va a suponer un duro golpe a las arcas de los fabricantes. Solo en capitalización bursátil, los grandes grupos ya han perdido más de 119.000 millones de euros entre el 15 de enero, una semana antes de que empezasen los cierres de las factorías en China, y el 1 de abril.
A nivel europeo, la estimación de las multas que tendrían que pagar los fabricantes oscila entre los 11.000 millones de euros que calcula Moody's y los 34.000 millones que prevé la consultora Jato Dynamics.
Y es que las emisiones medias de 23 países de la UE se situaron en 2019 en los 121,8 g/km de CO2, según datos de la consultora Jato Dynamics. Esta cifra supone un incremento del uno por ciento en comparación con 2018. El motivo de esta subida es la preferencia de los clientes en los últimos tiempos por los modelos SUV y por los motores gasolina. Así, en 2019 se alcanzaron las emisiones de CO2 más elevadas desde 2014.
Hasta hoy, la única automovilística que se libraría de las sanciones de la UE sería Tesla, pues todos sus modelos son eléctricos. Ante esta tesitura, el consorcio automovilístico italoamericano FCA, propietario de las marcas Fiat, Jeep y Alfa Romeo, entre otras, llegó a un acuerdo con Tesla para que sus emisiones se computasen dentro de FCA. Por ello, las multas a FCA no serán tan elevadas
En cuanto a los demás, ninguna automovilística se libraría de pagar las multas de la Unión Europea, aunque las más cercanas a conseguirlo serían Toyota, Citroën y Peugeot, mientras que Mercedes-Benz es la marca peor posicionada.
Caída de las ventas de electrificados
El parón en la industria de la automoción ha provocado que las ventas de vehículos electrificados hayan caído un 39,1% en marzo, según datos de la patronal Anfac. Los vehículos eléctricos puros y los propulsados por gas son los que más han sufrido el impacto de la caída de ventas por el coronavirus, con una reducción del 43,1% y 82,3%, respectivamente. A excepción de algunas comunidades como Asturias (169,2% más en tasa interanual), Baleares (22% más) y la Comunidad Valenciana (131,3% más), que han tenido un aumento en la venta de las matriculaciones de vehículos electrificados e híbridos convencionales, el resto de las regiones han sufrido importantes caídas en las ventas de vehículos alternativos.
En lo que se refiere a ventas de vehículos completamente eléctricos, las entregas han descendido un 44,4% durante marzo, y alcanzan las 825 unidades matriculadas en marzo, acumulando un total de 44.405 vehículos vendidos en el primer trimestre, un 33,7% más en tasa interanual.