Ecoaula
El 6% de los niños españoles tienen dislexia
- Existen algunas organizaciones que se encargan de hacer visible este trastorno
Carmen García
Madrid,
Se considera uno de los trastornos que ha permanecido oculto hasta el punto de no ser reconocido. A los alumnos con esta dificultad se les atribuían conceptos como vagos, despistados o que poseían una capacidad inferior a la del resto de sus compañeros. No obstante, la dislexia es una discapacidad específica del aprendizaje en la lectura que afecta a, aproximadamente, el 6% de niños españoles. Les resulta dificil leer con precisión y fluidez, además de la comprensión lectora, la ortografía y la escritura, pero no tiene nada que ver con la inteligencia. Según el estudio llevado a cabo por Change Dyslexia, aproximadamente 600.000 niños tienen este trastorno en la etapa escolar.
Esta condición afecta a las personas en diferentes grados y, por ello, los síntomas pueden variar de un niño a otro. Se trata de una Dificultad Específica de Aprendizaje (DEA) cuyo diagnóstico precoz no debería de pasar de los 8 o 9 años, ya que después de esta edad los estudiantes pueden empezar a tener consecuencias psicológicas como pueden ser la falta de autoestima, niveles de frustración altos o fracaso escolar. Change Dyslexia cuenta con una prueba de cribado Dytective que permite predecir el riesgo de esta dificultad desde los 7 años con un 80% de precisión. En este sentido, María Sanz-Pastor, presidenta de Madrid con la Dislexia, indica: "Se nos esconde hasta tal punto en el que todos hablan de abandono escolar pero nadie habla de dificultades específicas de aprendizaje y/o dislexia".
Change Dyslexia es una organización creada para poner en práctica más de seis años de investigación y que tiene como objetivo la reducción global de las tasas de abandono escolar debidas a la dislexia. Luz Rello, creadora de esta asociación, clasifica en cuatro los principales síntomas que presentan los niños con dislexia: una baja velocidad de lectura y comprensión lectora, faltas de ortografía y errores gramaticales, dificultades para conectar letras con sonidos y dificultades para acceder al léxico. "Muchos niños con dislexia desarrollan también problemas conductuales y de autoestima, como consecuencia de sus dificultades en lectoescritura", manifiesta Rello.
El papel que juega la educación a la hora de tratar este trastorno vuelve a ser fundamental. Sin embargo, algo no está funcionando del todo bien porque una de las principales dificultades con las que se encuentran los alumnos con dislexia está precisamente en el planteamiento del sistema educativo. Este es el caso de una madre procedente de Lorca, que ha reclamado una indemnización de 60.000 euros a la Conserjería de Educación por no haber detectado a tiempo la dislexia que padece su hijo y que influye en su rendimiento escolar.
La Comunidad de Madrid ha puesto en marcha la iniciativa del proyecto Ayuda a la Dislexia, a través del que 107 colegios públicos se comprometen no sólo a realizar la prueba de cribado Dytective sino también DytectiveU, que son 40.000 ejercicios personalizados de mejora de las dificultades de lectoescritura. Luz Rello está satisfecha con los resultados: "Se han realizado más de 80.000 sesiones, los niños están mejorando y los colegios están contentos porque maximizan sus recursos de orientadores, maestros PT y maestros AL para poder llegar a todos los niños que necesitan ayuda", apunta.
Sanz-Pastor explica que aquellos estudiantes con esta dificultad están reconocidos dentro del colectivo de Alumnado con Necesidad Específica de Apoyo Educativo (ACNEAES) en la LOMCE. Sin embargo, "el problema es que en el desarrollo normativo de la LOMCE se olvida incluir al alumnado con dificultades específicas o aprendizaje y/o dislexia", confiesa.
La regulación es la principal pata que cojea en este diagnóstico. María insiste en que se necesita crear un marco jurídico, mediante una ley que regule a nivel nacional un protocolo de identificación y actuación que garanticen el correcto aprendizaje dentro del sistema educativo. "Necesitamos recursos, como el acceso a logopedas, maestros AL y maestros PT en los centros", explica. Además, la formación de los docentes está siendo cuestionada por los defensores de hacer visible este problema. La presidenta de Madrid con la Dislexia considera que "No reciben formación al respecto. La mayoría quiere ayudar pero desconoce el cómo. El problema es de qué forma me enseñes, ya que con dislexia yo aprendo de forma diferente, pero aprendo igual que el resto".
Modelos formativos
Los centros educativos conscientes de abordar esta realidad plantean nuevos modelos de educación, entre los que destacan el modelo Helix o la neurodidáctica. El primero de ellos responde a las preguntas relativas al qué y cómo enseñar, pero también establece las pautas y pasos para su implantación en un centro escolar. Ha sido creado pensando en quiénes tienen dificultades con el sistema de aprendizaje tradicional para posibilitar la integración y ayudar a desarrollar los talentos de todos los alumnos. Este método se diferencia del tradicional en que trabaja sin libros de texto de una forma cooperativa, investigando, observando, etc.
Por su parte, la Neurodidáctica combina la neurobiología y la didáctica para trabajar en el funcionamiento del cerebro y la configuración de los aprendizajes teniendo en cuenta que en cada nuevo conocimiento o proceso, hay una modificación en el cerebro. Consiste en realizar un estudio de la actividad de las áreas del cerebro.