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Contra el cierre de la ETS de Ingeniería Civil (UPM)
- El rector de la Universidad Politécnica de Madrid le pone fin.
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Desde el Rectorado de la Universidad Politécnica de Madrid, sin previo aviso, en septiembre del año pasado, el rector Guillermo Cisneros convocaba a los estudiantes de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Civil de la UPM a una reunión en el salón de actos, y allí a bocajarro, en el mismo lugar donde en el acto de fin de curso pasado pocos meses atrás les reconocía su nivel académico y la notable valoración de su trabajo en las empresas del sector, les decía ahora que su titulación no tenía certificados de calidad y que no habría matrículas de nuevo ingreso el año siguiente. Es decir, se acaba el Grado en Ingeniería Civil de la ETSIC.
Aunque desde ese primer instante era por todos sabido que estar o no en posesión del certificado ABET o EUR-ACE no era la verdadera causa de esa decisión, la preocupación creció entre el personal de la Escuela (PDI, PAS) por saber si podrían mantener su puesto de trabajo, entre los alumnos por saber si podrían o no terminar sus estudios, y qué hacer por lograr obtener los famosos certificados de calidad para su Escuela que dieran prestigio a la Universidad.
Pero cuando el rector mostró sus verdaderos planes, aquellos que hurtó a los estudiantes en su reunión, y rompiendo sus enconadas promesas electorales de no cerrar ni fusionar centros ni títulos de Grado, propuso la absorción de la ETSIC por laEscuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos (ETSICCP), aquellos que aún albergaban la duda se dieron cuenta de que el problema no eran los certificados (imposibles de obtener con los ínfimos recursos que la Universidad estaba dedicando a la Escuela), sino que su "clarificación de la oferta académica de la Universidad" estaba escorada a fines más espurios, es más, ANECA advertía que el Grado en Ingeniería Civil y Territorial introducía confusión en la oferta académica de la UPM, tanto por "Ingeniería Civil" como por "Territorial". Parece que el rector premia a quienes originan el problema.
La UPM quiere sustraer el Grado de Ingeniería Civil nacido en la antigua escuela técnica para "dárselo" a la antigua escuela superior, es decir, que los ingenieros de Caminos que se equivocaron al adoptar el Plan Bolonia en el sistema universitario queriendo distinguirse por su nombre, tenga ahora la oportunidad de corregir su error y adoptar el nombre internacionalmente conocido que se reservó la ETSIC.
Dicho de otro modo, la UPM quiere mantener los privilegios a la Escuela de Caminos para primar un grado que, a diferencia del de la ETSIC, no es finalista. Este título no está diseñado para salir a trabajar, la tendencia que marca la sociedad, sino como dice claramente en el documento Verifica que la Universidad tiene colgado en su web y que remitía a ANECA, para proseguir estudios al Master de Caminos.
De este modo, a final de año, el rector de la UPM proponía una salida, una solución a los desorientados alumnos que no sabían si podrían creer ahora en su palabra cuando decía que aunque no hubiera nuevos estudiantes, sí podrían terminar sus estudios, aquellos empleados de la Escuela que tendrían que ver cuál es su futuro, aquellos profesionales recién titulados que no saben si su título será igual de bien valorado en el futuro. A todos ellos les propuso una alternativa al cierre: cambiar el nombre de su grado por el de Ingeniería en Construcción de Infraestructuras Civiles.
Desde el colegio profesional no creemos que esta opción clarifique en absoluto la oferta académica de la Universidad Politécnica de Madrid, pero sí que la universidad pública lograría prolongar los privilegios de la antigua Ingeniería Superior y el estudio de masteres que no son necesarios para ejercer la profesión.
Afortunadamente, las presiones no han surtido efecto y desde la ETSIC no se ha aceptado ese cambio de nombre, lo que le ha hecho salir en un primer momento de la oferta académica de la UPM para el próximo curso, eso sí, sin que desde el rectorado se dijese ni una palabra al respecto. Muchas quejas y reclamaciones han propiciado que, como "pendiente de definición y verificación" y con el nombre que no se ha aceptado, aparezca de nuevo en el espacio de la web que contiene la oferta académica para el próximo año. A las claras se puede ver que el rector falta a su promesa electoral cuando decía que no fusionaría centros, igual que cuando reconocía el problema de profesorado en la ETSIC que ahora esgrime para obligar a fusionar centros.
La cuestión aún está pendiente de resolución, pero desde el colegio profesional hacemos hincapié en la importancia de que la ETSIC, una escuela de referencia y con 150 años de historia, que ha egresado magníficos profesionales que llevan por todo el mundo la gran calidad de los ingenieros españoles en obras civiles de renombre, no cierre.
Creemos que no dejar que la universidad tome esta decisión arbitraria será positivo para esta profesión, para el resto de las Ingenierías que no saben si podrán encontrarse en el futuro con una situación similar, y para la universidad pública y la sociedad madrileñas.
Elaborado por Alejandro Alañón Juárez, Decano del Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas e Ingenieros Civiles- Zona de Madrid.