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Iker Arce:"El 85% de los empleos de 2030 aún no existen por eso son necesarios nuevos modelos de formación"
- Uno de los conocimientos de mayor valor para un joven es conocer las fortalezas personales que puedan además ser valoradas en un entorno profesional
Isabel Figueroa
Madrid,
Iker Arce, socio fundador de Asottech (Asociación de Talento Tech de España) y co-fundador y CEO de The Bridge, ha trabajado casi una década en modelos de educación superior privada en todo el mundo. Iker tuvo la oportunidad de participar en la escena bootcamp de EEUU y de impulsar la colaboración para la formación en competencias digitales entre bootcamps, universidades públicas y privadas e instituciones.
A finales de 2019 puso en marcha The Bridge en Madrid, y tras la aceptación de su propuesta y el interés de diferentes instituciones están en pleno proceso de expansión y ya cuentan con sedes en Valencia y Sevilla. Iker es, a través de The Bridge, uno de los socios fundadores de Asottech, patronal de la formación no reglada en competencias digitales, que se originó en plena pandemia y que representa a 14 instituciones formativas presentes en toda España que ya están dando respuesta a la necesidad de talento digital.
¿Qué es un bootcamp y por qué hoy son la opción para muchos jóvenes?
Es un programa de formación caracterizado por concentrar en pocas semanas un programa de entrenamiento capaz de convertir en profesionales digitales a personas que no necesariamente tienen una formación y experiencia en tecnología.
Sus claves son un buen proceso de selección para encontrar los candidatos con la actitud y capacidades para lograrlo; un curriculum formativo en actualización constante y centrado en la práctica de las habilidades que se requieren en la empresa y un fuerte programa de apoyo a la empleabilidad y vínculo con la empresa.
A través de esos elementos y de la fuerte demanda de los perfiles con competencias tecnológicas, la empleabilidad de los graduados de un bootcamp es prácticamente plena y ocurre en menos de medio año. En un país como el nuestro, con una tasa de desempleo juvenil escandalosa, y cada vez mayor conciencia de que las habilidades digitales son valiosas para prácticamente cualquier tipo de carrera profesional, los jóvenes están empezando a conocer y apostar por programas bootcamp.
Los jóvenes confían en los bootcamps como complemento a su formación previa o como soluciones ultra-eficientes en tiempo y dinero para dar un giro a sus perfiles. Además, el entorno que se genera en estos programas resulta en toda una experiencia que transforma la actitud hacia el aprendizaje y marca las vidas de los graduados.
¿Cuáles son las principales habilidades que desarrollan?
Los bootcamps se han mostrado como programas con especial éxito para la formación en competencias digitales y, existiendo diferencias en los currículos de unos y otros, normalmente se estructuran en programas de desarrolladores web, de ciencia de datos, de diseño ux/ui y de ciberseguridad.
A las habilidades técnicas propias de cada uno de los programas se suele añadir formación para tener éxito en los procesos de selección y, lo más importante, desarrolla en los alumnos una actitud hacia el trabajo y el aprendizaje continuo que, en un mundo que cambia constantemente, es quizás el mayor activo con el que se gradúan y que aportan a las empresas que les emplean.
¿Cuáles son las diferencias entre la educación tradicional y la educación no reglada?
Las instituciones de formación reglada sacrifican flexibilidad y capacidad de adaptación por sistemas de acreditación y garantía de calidad a las que la no reglada no está sometida. Este hecho permite a las instituciones no regladas centrarnos en ofrecer programas con una correlación mucho más perfecta con las demandas cambiantes del mercado de trabajo y con los objetivos del alumno.
Con el objetivo de dar a conocer las ventajas de la educación no reglada, creamos Asottech (Asociación de Talento Tech de España), la principal institución representativa de talento tecnológico del país. La Asociación, que cuenta ya con 14 miembros en todo el territorio nacional, surge con la misión de colaborar, innovar e impulsar a España como hub de referencia en formación y talento tecnológico .
¿Cómo deben ser hoy las metodologías en la educación?
Debemos ser conscientes de que el mundo es hoy más líquido y cambiante que nunca y que el día de mañana lo va a ser aún más. En ese contexto la rapidez y la flexibilidad en el diseño de los itinerarios formativos son virtud y la capacidad de generar ese tipo de competencias de aprendizaje y adaptabilidad en los alumnos debe ser foco comparable con el propio diseño curricular.
¿Estos nuevos sistemas permiten que los jóvenes encuentren empleo más rápido?
Sin duda, muestra de ello es que en los bootcamps medimos los indicadores de empleabilidad en número de días tras la graduación del alumno.
No es raro dar con casos de alumnos que ya tienen una oferta de trabajo antes de graduarse del bootcamp.
¿Frente a estos nuevos retos y cambios el sistema educativo debe transformarse?
Siempre, como todos los sistemas, ha de responder a los retos y cambios aunque, como todos los sistemas, nunca resulta fácil. A mí me gusta pensar en la capacidad multiplicadora del sistema educativo y el poder, no sólo de transformarse, sino de formar personas con la capacidad de adaptarse.
El 85% de los empleos de 2030 aún no existen. No tiene sentido capacitar a las personas hoy para los trabajos actuales. Tenemos que enseñarles a ser mucho más curiosos y modulares, a adaptarse. Por eso es necesario nuevos modelos de formación que puedan acompañar a la gente a lo largo de su vida profesional.
El conocimiento es lo que crea un ecosistema en el que se atraiga y retenga talento nuevo, inversión…y a partir de ahí un efecto dominó para desarrollar la economía, por eso es fundamental la transformación y evolución del sistema educativo.
En este contexto, el fin primordial de la Asociación es contribuir a la promoción y a la utilización eficaz de medios tecnológicos en el ámbito educativo y fomentar modelos educativos tecnológicos innovadores, dando a conocer el impacto positivo que generan tanto en la empleabilidad como en la economía real.
¿Qué perfiles se buscan hoy?
Existe un déficit de perfiles en desarrollo de software, ciberseguridad y ciencia de datos. Existe además una auténtica guerra por perfiles con base de ingeniería y experiencia en tecnologías emergentes como inteligencia artificial, blockchain y realidad virtual pues son estas las personas que van a ser arquitectos del futuro.
Según los datos recabados desde Asottech, los perfiles tecnológicos más demandados actualmente son: el Full Stack Developer (el perfil IT del momento), su conocimiento sobre el mundo digital y el bagaje que llega a acumular hace de este profesional un fichaje muy interesante para cualquier tipo de empresa; los especialistas en Ciberseguridad, un sector con un boom sin precedentes en España como consecuencia al alto número de negocios en internet; y finalmente, un SRE, Especialista DevOps y/o Cloud Architech (manejo de datos en la nube), que tienen como objetivo ayudar a producir productos y servicios software más rápido, de mejor calidad y a un coste mucho menor.
Por otro lado, los perfiles relacionados con IA como Data Engineer, Machine Learning Engineer o similares están en pleno auge y se demandará un alto volumen de ellos durante los próximos años.
¿Cómo se puede conseguir un perfil atractivo para las empresas?
Apostando por una formación especializada que se adapte a los puntos fuertes e intereses de cada persona de tal forma que ocupen la posición adecuada en el mercado laboral, promoviendo la formación continua tanto desde las instituciones como desde las propias empresas y desarrollando las soft skills creando una sinergia entre las habilidades humanas y técnicas.
¿Hacia dónde debe estar dirigido el conocimiento de los jóvenes?
Uno de los conocimientos de mayor valor para un joven es conocer las fortalezas personales que puedan además ser valoradas en un entorno profesional. Demasiadas veces nos enfocamos en identificar y tratar de corregir nuestras áreas de debilidad en lugar de potenciar nuestros puntos fuertes. Complementar esos puntos fuertes naturales con conocimientos de tecnología que los potencien es hoy una fórmula para el éxito.
¿Cómo romper con esta desconexión entre la crisis del talento y los jóvenes profesionales?
Primero, hacen falta otras soluciones al margen del sistema educativo superior que, siendo la principal plataforma para la formación de nuevos profesionales es insuficiente. El conjunto de universidades y centros de formación profesional tardarían, al ritmo actual, 25 años, en graduar a los 400.000 profesionales digitales que va a necesitar el país en los próximos 4 años; un tiempo que no nos podemos permitir.
En Asottech estamos preparados para ser parte de esa solución.
Más importante, la responsabilidad en la formación en las competencias del futuro se ha dejado completamente a juicio e iniciativa individual y eso, además de no ser del todo justo, no es tampoco eficaz para afrontar un desafío de esta dimensión.
Las empresas gastan cuatro veces más dinero en despidos que en formación y las políticas activas de empleo invierten dinero en formación en tecnologías que ya no se utilizan.
Sólo cuando eso cambie, solucionaremos la actual brecha de competencias digitales.