Ecoaula
El Gobierno deja a un lado el aprendizaje memorístico de la "ley Wert"
- La idea del ejecutivo es desarrollar más un aprendizaje significativo y dejar a un lado el memorístico
Carmen García
Madrid,
"Retener información del modo más exacto y literal posible". Así se define el aprendizaje memorístico que lleva implantado en España demasiados años. ¿En esto consiste la educación? Parece que la llegada de la pandemia ha modificado también la forma en la que entendíamos el proceso de enseñanza-aprendizaje. Con una ley de educación ya aprobada, ahora el Gobierno planea un vuelco total para que el aprendizaje en la escuela sea menos memorístico. Es decir, dejar a un lado el modelo enciclopédico de la "ley Wert" y sustituirlo por otro basado en aplicar los conocimientos, tal y como lo han hecho países como Portugal, Finlandia, Escocia o Quebec.
La idea del ejecutivo es desarrollar más un aprendizaje significativo y dejar a un lado el memorístico. Las diferencias entre uno y otro son abismales. Principalmente porque mientras que el memorístico se fundamenta en la integración de recuerdos lo más fieles posibles a la información con la que entramos en contacto la primera vez, en el significativo lo más importante es desarrollar nuestra propia red de conceptos y recuerdos que expliquen del mejor modo posible aquello que debemos aprender.
Esta nueva medida expone un currículo menos sobrecargado de contenidos en el que el principal objetivo es que los alumnos sean capaces de interrelacionar los contenidos que van aprendiendo y de resolver problemas. De esta forma, se promoverá el trabajo a partir de la mezcla de varias materias, la docencia compartida y el trabajo colaborativo entre los estudiantes, tan de moda en la actualidad. Además, los centros tendrán más autonomía para diseñar sus propios proyectos adaptados a su alumnado.
El actual currículo lleva generando miles de críticas desde su inicio. A raíz de lo que pone en este documento, basado en largas listas de hechos y conceptos, los docentes saben lo que tienen que impartir cada semana. No obstante, el nuevo modelo se centra en definir qué deben conocer y saber hacer los alumnos al terminar la primaria y la secundaria, además de añadir unos criterios de evaluación en algunos cursos.
Difícil equilibrio
Y es que el trabajo que tiene de aquí en adelante la comunidad educativa no es sencillo. Buscan un equilibrio que resulta un tanto complicado de conseguir. Por un lado, quieren dar libertad a los centros educativos, que son los que definirán cómo se estructura el aprendizaje; y por otro, mantener la equidad, asegurándose de que en todos se aprenden una serie de elementos esenciales.
Uno de los aspectos más destacados es el "perfil de salida del alumnado", es decir, en este apartado se establece lo que deben saber los estudiantes al terminar la primaria y la ESO para desenvolverse en el mundo. Es aquí donde adquieren especial importancia las competencias clave (lingüística, plurilingüe, matemática, científica y tecnológica, etc), definidas por la UE y presentes en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 aprobados por la ONU.
Más responsabilidades para los centros
Hasta ahora los currículos siempre han sido elaborados por el Gobierno y las comunidades autónomas de forma conjunta. Sin embargo, ahora con la nueva ley los centros también podrán fijar una parte. De tal forma que el ministerio habrá fijado un 50% del currículo en las comunidades con lengua cooficial y un 60% en las que no la tienen. Esto quiere decir que alguna comunidad podría aprobar normas en sentido contrario.
Se pretende que este nuevo modelo de currículo entre en vigor entre el curso 2022-2023 y el siguiente, según los niveles. Para trabajar con la mayor antelación posible, el ministerio ya está en contacto con las autonomías y con las editoriales, que son las principales mediadoras entre el currículo y los docentes.