El valor del Mentoring en el liderazgo femenino

Si hay algo que caracteriza al momento social que estamos viviendo a nivel global es el cambio, la efervescencia y la rapidez de ese cambio, sea en el ámbito que sea. A ello se suma la pandemia, que sin duda nos ha desafiado como sociedad y nos ha puesto a prueba de forma intensa y prolongada en el tiempo. Y en el caso del sector energético, todo ello en el marco de un cambio de era, en plena transición energética y en una clara apuesta por la sostenibilidad y los compromisos contra el cambio climático.

En todo este contexto, en compañías como Repsol sabemos que las personas y su talento son más importantes que nunca, por eso las colocamos en el centro de nuestros ejes estratégicos, conscientes de que es única la opción verdaderamente sostenible.

En Repsol nos sentimos partícipes y protagonistas de la evolución que ha vivido nuestra sociedad durante los últimos años y que nos ha permitido valorar el talento femenino y su participación en el ámbito político, institucional, económico o empresarial, entre otros.

Tenemos desafíos importantes por resolver, sin ninguna duda, y en nuestra organización estamos muy satisfechos de contribuir cada día a mejorar la situación de la mujer en la sociedad. Lo hacemos porque estamos convencidos de que no solo es una cuestión de igualdad de oportunidades, que sigue siendo esencial, sino una forma de mejorar la competitividad de nuestra empresa.

Por eso es tan relevante que continuemos impulsando iniciativas para que avancemos aún más hacia una cultura plenamente inclusiva, en la que el talento femenino se desarrolle en su máximo potencial. Una de estas iniciativas son los programas de mentoring que Repsol viene impulsando desde hace años, tanto internamente como en alianza con otras compañías y organizaciones (Salesforce, La Caixa, ClosingGap), y que tiene un impacto muy positivo en acelerar el desarrollo de habilidades, favoreciendo conversaciones, conexiones y networking.

Son programas globales que generan un entorno muy potente para el desarrollo profesional, que a su vez permiten promover y adquirir nuevos conocimientos. En ellos, una persona de nuestro equipo directivo actúa como mentor de otra que se encuentra en proceso de desarrollo. Se supone una experiencia muy enriquecedora para ambas partes y complementa a la perfección a otros programas y a los retos asociados a la gestión en su día a día.

Es, en definitiva, una iniciativa de acompañamiento completamente personalizada en la que se favorece el autoconocimiento y la reflexión, además de ampliar la red de contactos tanto internos como externos. Gracias a la conexión de mentores y mentorizados, el mentoring en Repsol se convierte también en un proceso que permite al empleado ser el dueño de su propio desarrollo, en el que se nutre de su mentor, compartiendo experiencias, soluciones y creando vínculos de apoyo que fomentan el crecimiento, la confianza y el liderazgo.

Sin duda para el mentee supone también acelerar su proceso de crecimiento profesional, gracias a la relación de confianza que establece con su mentor, que le ayuda a tener una visión diferente de la empresa y a conocerla mejor, plantear posibles áreas de mejora o impulsar sus cualidades profesionales y personales.

Las mujeres en Repsol han ido progresivamente ocupando tanto puestos de alta dirección como posiciones de responsabilidad, representando el 31% del equipo de liderazgo de la compañía. Muchas de ellas han participado en programas de acompañamiento y se han beneficiado de las ventajas y las experiencias vitales que les han permitido los diferentes mentoring en los que han tomado parte, con personas más experimentadas que han afrontado retos similares a los que ellas viven, contribuyendo a entender e identificar maneras efectivas de gestionar su desarrollo profesional.

Tampoco debemos olvidar los beneficios que supone ser mentor para aquellas mujeres que tienen ese rol: desde el desarrollo de habilidades, como la escucha activa, la empatía o el feedback, hasta entender otras naturalezas y realidades de trabajo, pasando por el propio crecimiento profesional o la contribución al impulso y la retención de talento.

En definitiva, las organizaciones empresariales tenemos la responsabilidad de, no sólo ser un reflejo de nuestra sociedad, sino contribuir a que evolucione y sin duda, los programas de mentoring son una herramienta de valor para apostar por el talento y el liderazgo de las mujeres que representan el 50% de la sociedad y, por tanto, del talento disponible. En Repsol seguiremos trabajando para continuar eliminando las barreras que aún persisten para el desarrollo y la plena participación de las mujeres en todas las esferas de nuestra sociedad.

Elaborado por Carmen Muñoz, Directora Corporativa de Personas y Organización de Repsol