Ecoaula
Los colegios mayores, causantes del aumento de contagios en los estudiantes
- Las consecuencias de estos comportamientos se empiezan a ver en algunas universidades
Carmen García
Madrid,
De las fiestas clandestinas a la expulsión y de los confinados a los positivos por coronavirus. La relación entre la Covid-19 y el entorno universitario está en el punto de mira. No son todos, ni siquiera la mayoría, pero los estudiantes universitarios están teniendo una actitud nada ejemplar durante la segunda ola de esta pandemia que ya alcanza las cifras de la primera. La reciente norma del toque de queda establecido por todo el país parece tener un objetivo clave: evitar las reuniones a altas horas de la madrugada, eliminar el ocio nocturno y las reuniones de jóvenes de más de seis personas en las que no se usa mascarilla ni se guarda la distancia social indicada por las autoridades sanitarias.
Las consecuencias de estos comportamientos se empiezan a ver en algunas universidades que han vuelto a eliminar la enseñanza presencial a un escaso mes del inicio de las clases, para pasar de nuevo a la metodología online. Es el caso de Andalucía y Cataluña, donde ya se ha establecido la norma de que al menos, durante 15 días, la enseñanza será telemática. Casualmente estas dos regiones tienen problemas que surgen de los colegios mayores. En Granada comenzaron con el toque de queda en algunos colegios mayores al ver cómo algún fin de semana decenas de jóvenes se congregaban en las calles de noche festejando sin tomar ningún tipo de medida. Cataluña tampoco está pasando por su mejor momento, el Colegio mayor Penyafort Montserrat y la residencia Aleu de Barcelona tuvieron que confinar a 200 alumnos.
Desgraciadamente las buenas noticias no acaban de llegar para los universitarios que ven cómo en cada lugar del territorio las malas conductas son, desgraciadamente, noticia. La Universidad de Salamanca se vio en la obligación de expulsar a 75 estudiantes por la convocatoria de una barra libre que obligó a que el Grado de Estadística tuviera que pasarse al formato online.
Bilbao es otra de las ciudades que tuvo que tomar medidas y confinar tres residencias por los brotes de Covid en Miguel de Unamuno, Deusto y San Mamés.
Valencia, sin normas
A pesar de que muchos estudiantes intenten que no se les relacione con estas actitudes tan irresponsables, parece que la segunda ola ha cogido el impulso en las residencias universitarias. Una de las fiestas ilegales más conocidas fue la que se celebró en una residencia de Valencia, que elevó el número de positivos a 168. Por este motivo uno de los campus de la Universidad Politécnica de Valencia cerró sus puertas al conocerse los primeros casos. La celebración tuvo lugar en la azotea del centro y había por lo menos 25 relacionados con titulaciones pertenecientes a la rama de Ciencias de la Salud. Desde el centro aseguraron que desconocían esta reunión y que fue disuelta sobre las nueve de la noche tras recibir un aviso de una estudiante.
Desde el inicio de curso, no han cesado de contabilizarse nuevos contagios en la mayoría de los centros de educación superior. Más de 1.000 alumnos han sido confinados en colegios mayores y residencias de estudiantes de toda España, donde continúan aumentando los positivos, asintomáticos o con síntomas leves, y las expulsiones cautelares y expedientes por incumplir las normas anticovid.
Más de 1.000 alumnos han sido confinados en colegios mayores y residencias de estudiantes de toda España
No obstante, todos los colegios mayores y residencias intentan cumplir a raja tabla con las medidas necesarias e indispensables para acceder a su interior: desinfección de manos, control de temperatura, el uso de guantas para coger la comida, distribución de dos en dos en el comedor, desinfección del moviliario, etc.
Concretamente en Madrid, las habitaciones son todas individuales, salvo aquellas en las que se mantenga la unidad familiar. En los comedores también se han intentado mantener los grupos de convivencia y en las salas de estudios los puestos individuales están separados por mamparas. Las zonas comunes están marcadas por señalizaciones para saber por dónde hay que entrar y salir, tienen dispensadores de gel en todos los lugares para lavarse las manos y es obligatorio mantener la distancia de 1,5 metros.
Parte de la solución
Indignación y enfado es lo que sienten las residencias y colegios mayores al ver que la culpa recae en ellos. Algunos, como los colegios mayores de Granada, emitieron un comunicado manifestando que no eran parte del problema, sino de la solución, ya que pudieron aislar, cuidar y controlar de forma estricta a los colegiales contagiados. De esta forma se convirtieron en rastreadores de los casos que se detectaban.