La oportunidad de reconvertir la FP Dual

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), más de 2,3 millones de personas en España tienen hoy entre 10 y 24 años. Se trata de la generación que liderará el mundo de mañana y que forma parte muy importante de nuestro presente: hoy se encuentran desarrollándose en nuestros centros educativos y empresas. Ante la crisis actual, es responsabilidad de todos adaptar el sistema formativo y el aprendizaje para ofrecerles vías de acceso al mercado laboral que les permitan cubrir puestos de trabajo sólidos con la capacitación que necesita nuestra economía.

Aún con la pandemia, la Formación Profesional (FP) Dual sigue siendo una valiosa herramienta para paliar el desempleo juvenil y acercar a los estudiantes el desempeño de su profesión en un entorno de trabajo real. Se trata de una modalidad formativa que cuenta con una gran aceptación en países como Alemania o Suiza, donde la cursan el 50% de los alumnos de FP. En España, desde 2013 hemos pasado de tener 400 empresas comprometidas con este programa a contar con más de 10.000 en la actualidad. Los alumnos son también más conscientes de las ventajas de una formación que combina el estudio con prácticas remuneradas, y que cuenta con una tasa de inserción laboral superior al 70%, y alcanza incluso el 100% en algunas familias profesionales.

Antes de la emergencia sanitaria quedaron pendientes ciertas reformas estructurales necesarias para impulsar el modelo. Es imprescindible abordarlas con el objetivo de dinamizar los programas, y que le sirvan realmente para acortar la brecha entre el entorno educativo y el empresarial.

En primer lugar, es necesaria una nueva regulación a nivel nacional que siente las bases de una FP Dual de calidad. En segundo lugar, requerimos un esquema de apoyo a las pequeñas empresas, la posibilidad de coordinar más eficazmente la formación entre el centro educativo y la empresa, una mayor información sobre la FP dual para orientadores, futuros alumnos y familias; y un mejor sistema de recopilación de datos estadísticos. Superar estos retos exige de un compromiso al máximo nivel, de gobiernos, empresas, sindicatos y otras instituciones involucrados; requiere también que los recursos anunciados recientemente por el Gobierno para apoyar la FP en España tengan en cuenta que la FP Dual es la modalidad de Formación Profesional que ofrece un mejor acceso al empleo y por tanto especialmente digna de ser priorizada.

La pandemia ha tenido un gran impacto sobre la creación de riqueza (con una caída del PIB del 18,5%, según datos de septiembre de Eurostat), y sobre nuestra capacidad de ofrecer opciones de formación y empleo de calidad. Tenemos una tasa de desempleo juvenil del 41,7%, la cifra más alta en Europa.

En la sexta edición del Foro de la Alianza para la FP Dual, que este año celebramos virtualmente los días 8 y 9 de octubre, analizamos junto con más de 1.000 expertos los retos a los que se enfrenta esta modalidad educativa durante y después de la COVID-19. Las nuevas circunstancias han generado cambios en las formas de aprender, algunos de los cuales se han instalado ya para siempre. Por ejemplo, las empresas pueden digitalizar parte de los contenidos que enseñan, siendo más eficientes a la hora de impartirlos. Por su parte, los estudiantes pueden acudir a ferias y congresos online aunque se celebren lejos de su zona geográfica. Incluso, en algunos casos, la formación dual será formación trial: en casa, en la empresa y en la escuela. Todo ello será la antesala de una parte del trabajo en remoto, otra de las tendencias que se establecerán en muchos sectores económicos.

La pandemia no cambiará el potencial que supone aprender en dos sitios a la vez. De hecho, apostar por la FP Dual se convierte en una oportunidad única. Con una mayor inversión en tecnología, la introducción del aprendizaje en remoto y una mejor evaluación, esta formación se mantiene, sin duda, en una modalidad para reducir el desempleo juvenil y cubrir los puestos del futuro. Una educación excelente es la mejor palanca para que todos nosotros y nuestra sociedad tengamos un futuro mejor.

Elaborado por Francisco Belil.- Vicepresidente de la Fundación Bertelsmann