Ignacio Santamarta: "Lo importante es actuar con inmediatez cuando se produzca un positivo para atajar cualquier atisbo de rebrote"

Más de 30.000 centros educativos no universitarios de España han retomado la actividad lectiva después de seis meses cerrados. Una de las principales medidas que deben cumplir para que la reapertura sea lo más segura posible es mantener una desinfección de los espacios constante. Ignacio Santamarta, director de Innovación de EZSA, compañía líder en el control de plagas y sanidad ambiental, da algunos consejos sobre cómo puede la comunidad educativa adaptarse a los primeros meses del curso y alejar el riesgo de rebrotes. 

¿Están los centros educativos preparados para enfrentarse a un inicio de curso limpio de rebrotes?

Lo cierto es que, en general, lo centros educativos han iniciado el curso como espacios seguros y libres de COVID-19, ya que estuvieron cerrados los seis meses anteriores. Es a partir de ahora, y en los próximos meses, cuando se pueden producir situaciones de riesgo y algunos rebrotes. Es verdad que los centros educativos se están intentando blindar con protocolos antivirus para reducir riesgos, pero los contagios también se pueden producir fuera de las aulas. Por eso es tan necesario que la comunidad escolar sepa actuar de forma urgente tan pronto como se detecte un positivo. Este aspecto será clave para garantizar al máximo la continuidad de los cursos presenciales.

¿Qué medidas pueden tomar los colegios para controlar la Covid-19?

Para empezar, es importante informar y formar a los alumnos sobre hábitos higiénicos y distanciamiento social. Tenemos que sustituir el miedo al COVID-19 por conocimientos técnicos sobre sus vías de contagio. Además, habrá que tener mucho cuidado con las áreas comunes, desde los baños y los pasillos hasta las aulas de informática. Por eso recomendamos que los profesores se equipen con kits homologados de desinfección inmediata y manual del material escolar. Son kits que incluyen mascarilla con alta eficacia de filtración, productos desinfectantes certificados y una pequeña pulverizadora eléctrica. Finalmente, cuando se detecte un positivo, será esencial aislar la zona afectada y programar una desinfección profesional urgente con empresas registradas en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Biocidas.

A la hora de empezar las clases, ¿cada cuánto es necesario que se desinfecten las aulas?

Sobre todo, lo importante es actuar con inmediatez cuando se produzca un positivo para atajar cualquier atisbo de rebrote. Si, además, se quiere actuar de forma preventiva para aportar un plus de seguridad al alumnado, recomendamos una desinfección quincenal durante los meses de otoño, debido a que serán más fríos y con menos ventilación natural. En función de cómo evolucione la pandemia en las próximas semanas, esta medida de prevención se podrá revisar.

¿Qué debe incluir obligatoriamente el protocolo de desinfección de los centros educativos?

El aislamiento de las zonas en las que se haya producido un rebrote y su desinfección inmediata con servicios profesionales especializados. En este punto es importante diferenciar la limpieza ordinaria de lo que es la desinfección. La desinfección garantiza y certifica la eliminación total del virus en todas las superficies.

¿Cuánto puede durar y costar la desinfección de una clase?

La desinfección de un centro educativo dura, de media, 90 minutos. Para una sola clase, el tiempo estimado es de 15 minutos. Son períodos que permiten perfectamente retomar las clases con seguridad en la siguiente jornada o en el plazo de seguridad de unas 3 horas. Además, siempre que sea posible, realizamos los tratamientos por la tarde o los viernes, y de esta manera la afectación para la comunidad educativa es nula. En cuanto al coste, el precio medio oscila entre los 200 y los 400 euros para toda la escuela, en función de sus dimensiones. En la mayoría de los casos, supone una inversión de menos de un euro por alumno.

¿Qué tipo de desinfección es la recomendada para los centros?

Recomendamos la nebulización con un procedimiento electroestático. Mediante una tecnología de carga magnética, conseguimos que las gotas de peróxido de hidrógeno se adhieran a la totalidad de las superficies, incluidas las áreas ocultas y los equipos sensibles.

Las zonas comunes son las que más riesgo pueden tener, ¿Qué solución dan para estos lugares?

Para empezar, conviene evitar aglomeraciones: que no coincidan dos grupos distintos en un espacio y que siempre se mantenga una distancia de seguridad de dos metros. Para conseguirlo se pueden crear rutas señalizadas en el suelo que sean de un solo sentido. También es recomendable que no pasen por el mismo espacio dos grupos distintos en un día, en cuyo caso será necesaria la limpieza con diluciones de lejía entre turno y turno. Otra solución consiste en ventilar las estancias con asiduidad y mantener las puertas abiertas, para no tener que tocar los pomos. En los espacios comunes es más necesario que nunca el uso de la mascarilla, y también conviene dejar a disposición de alumnos y profesores geles hidroalcohólicos con al menos un 70 % de alcohol, pañuelos desechables y papeleras con tapa que se abran mediante pedal.

¿Qué papel tienen los estudiantes y los docentes a la hora de ser conscientes de la importancia que tiene desinfectar el centro?

Los profesores tienen un enorme reto por delante a la hora de transmitir a los alumnos la necesidad de comprender y respetar los hábitos higiénicos y de seguridad ambiental, pero sin caer en el alarmismo. Los alumnos y los padres también tienen que ser corresponsables de su protección frente al coronavirus. Es importante que los niños y niñas vayan a la escuela equipados con mascarilla desde casa, y que no compartan pupitre ni material escolar o de juego. Por supuesto, en caso de manifestar sintomatología compatible con el covid-19, es imprescindible que se queden en casa.