Araceli García: "Es necesario romper con el techo de cristal que sigue existiendo en las instituciones y universidades"

FameLab es un certamen internacional de monólogos científicos organizado en España por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) y el British Council. Entre los semifinalistas se encuentran siete hombres y cinco mujeres comprendidas entre los 21 y los 43 años. La semifinal se celebrará el viernes 13 de marzo. Araceli García es una de las semifinalistas. Estudió Biología en la Universidad de Alicante después de un intento frustrado en Medicina ya que tiene fobia a la sangre y le daban ataques de ansiedad solo con asistir a las clases teóricas. Actualmente trabaja como investigadora posdoctoral en el grupo de Neuroendocrinología y Patología Hipofisaria en el Instituto de Investigación Sanitaria y Biomédica de Alicante.

¿Cómo acogió la idea de ser semifinalista de FameLab?

La verdad es que no me lo esperaba. Me llevé una gran sorpresa y la emoción ha ido en aumento conforme he sido consciente de que sí, de que soy semifinalista.

¿Con qué tema científico te has clasificado para las semifinales?

El área en el que se incluye mi tema científico es el de la biomedicina (biología y medicina). Concretamente, hablo sobre el sistema neuroendocrino.

¿Cómo ha sido tu preparación para esta competición?

Desde hace un par de años empecé a dar charlas de divulgación científica en diferentes colegios e institutos (especialmente charlas relacionadas con la mujer y la ciencia). Más recientemente, me incorporé a la Asociación de Divulgación Científica de Alicante, donde colaboro con el programa de Podcast (que se graba en Radio Elche Cadena Ser) y con otros eventos de divulgación. Además, he recibido algún curso relacionado con la comunicación científica. Todo ello me ha ayudado a la hora de preparar este monólogo. Además, he podido contar con la ayuda y consejos de varias personas de mi entorno.

¿Qué opinas de este tipo de eventos que tratan de comunicar la ciencia de forma más cercana a la sociedad?

Creo que son totalmente necesarios e importantes. Por suerte, cada vez se hace más divulgación científica. En los tiempos que corren donde la desinformación, las pseudoterapias, l@s antivacunas, etcétera, están incrementándose y causando estragos, es de vital importancia contrarrestar todo este auge. Para ello, una de las mejores herramientas que podemos utilizar l@s científic@s y periodistas es la divulgación científica. Esto va a poder permitir que las cosas cambien y que, cada vez, las personas tengamos un mayor pensamiento crítico y seamos capaces de discernir entre lo que es riguroso de lo que no. Además, la ciencia interesa y es divertida, y qué mejor manera para demostrarlo que a través del humor.

¿En qué momento de tu vida te decidiste a dedicarte a una carrera del área STEM?

Desde muy pequeña sabía que quería dedicarme a algo relacionado con la ciencia: medicina, física, astrobiología, veterinaria…me gustaban muchas cosas (y me siguen gustando). Mi tío influyó mucho en mi pasión por la ciencia. Él también es científico, es físico de partículas, y desde que yo era niña, me inculcó la pasión y la curiosidad por las cosas que nos rodean. Mi madre y mi padre también influyeron mucho, ya que he tenido la suerte de contar siempre con su apoyo y me han enseñado a desarrollar un pensamiento crítico ante todos los aspectos de la vida. Resumiendo, tuve claro que quería dedicarme a la ciencia desde que tengo uso de razón. Recuerdo que empecé a "estudiar" libros de anatomía cuando tenía 6 ó 7 años porque "quería prepararme con tiempo para los exámenes de la universidad".

La brecha de género existente en las carreras científicas continúa siendo un problema hoy en día, ¿cómo consideras que habría que eliminarla?

Para poder eliminarla creo que es necesario abordar el tema desde diferentes puntos. Por un lado, considero que la educación es clave. Es importante que, desde la infancia, se enseñen valores de igualdad y se fomente la autoconfianza en las niñas. No debería ocurrir que niñas con 6 ó 7 años consideren que no son igual de válidas que los niños para determinadas disciplinas (como se ha visto en algunos estudios). Uno de los principales problemas es la falta de referentes. Durante la educación primaria y secundaria, la mayoría de los personajes que nos muestran en los libros de texto, de todos los ámbitos, son hombres. Muchas mujeres han sido silenciadas a lo largo de la historia y esto se refleja en la transmisión cultural que existe hoy en día. Sí que es cierto que todo esto está cambiando, pero aún hay mucho por hacer. Por otro lado, es necesario romper con el techo de cristal que sigue existiendo en las instituciones y universidades. A pesar de que cada vez hay mujeres más cualificadas y preparadas, a la hora de alcanzar los cargos de mayor responsabilidad y de toma de decisiones, el porcentaje de mujeres disminuye en comparación con el de los hombres. Es responsabilidad también de las organizaciones que exista un compromiso con la igualdad y que haya un apoyo real a la hora de seleccionar y promocionar a las mujeres, como sí ocurre con los hombres. Y también es una realidad que la mujeres nos enfrentamos con la dificultad de conciliar la vida familiar con el desarrollo y promoción profesional. Si no se toman medidas desde las instituciones para facilitar esta situación, seguirá habiendo mujeres que tendrán que elegir entre una cosa u otra y, por tanto, seguirá existiendo esta brecha. Por tanto, son muchos los aspectos que hay que ir modificando, porque todo suma.