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Solo el 3% de los jóvenes podría trabajar con "big data"

  • El traductor de negocio debe identificar en qué aspectos puede mejorar la actividad empresarial

Carmen García
Madrid,

El mercado de trabajo está en constante evolución. De hecho, en los próximos años se espera un estampido de profesiones relacionadas con las nuevas tecnologías. Esta realidad hace que muchos de los puestos de trabajo tradicionales se vean amenazados por perfiles novedosos como el big data, para el que solo se sienten preparados para trabajar el 3% de los jóvenes.

La incorporación de las nuevas tecnologías a un abanico cada vez más amplio de actividades económicas y sociales ha generado necesidades en las empresas, que han empezado a buscar perfiles más técnicos y especializados en ámbitos como la inteligencia artificial, el cloud computing, el big data o la ciberseguridad. No obstante, uno de los hándicaps que todavía no se ha resuelto es la problemática de la formación, los recursos y la especialización necesarias. De hecho, se estima que en España quedarán 200.000 puestos sin cubrir relacionados con las áreas STEM en 2020, según la Comisión Europea.

En 2020, se quedarán sin cubrir 200.000 puestos de las áreas STEM

Una de las profesiones más demandadas es la que se conoce como customer intelligence analyst, a través de la que se trabaja desde el punto del vista del cliente para entender sus gustos y motivaciones a la hora de adquirir un producto o servicio. Su trabajo consiste principalmente en analizar información relacionada con el consumidor, con sus hábitos y preferencias, para establecer una relación más profunda y efectiva con él y favorecer así la toma de decisiones estratégicas.

Las competencias necesarias para convertirse en un especialista de este nivel están profundamente relacionadas con las herramientas CRM -customer relationship management- y el servicio big data. Se deberá tener una formación exhaustiva en bases de datos, data management, análisis optimizador, predictivo, segmentación o social media, entre otros.

Una de las consecuencias directas de que las tecnologías irrumpan en los procesos de producción de las organizaciones es que la ciberseguridad pasa a ser protagonista indiscutible. Se estima que en 2020 se necesitarán 1,5 millones de expertos en ciberseguridad en todo el mundo para trabajar tanto en empresas privadas como en organismos públicos. No obstante, España es uno de los países con más déficit de estos profesionales, ya que la rapidez a la que ha evolucionado la tecnología no ha ido en paralelo con la formación de una generación de expertos en seguridad digital.

Entre las opciones formativas para ser un profesional en este campo, se encuentra el título de Técnico Superior en Administración de Sistemas Informáticos en Red; en Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma o el Grado en Ingeniería Informática. A nivel de posgrados, a través del Máster en Seguridad Informática se adquirirán todos los conocimientos necesarios para enfrentarse a los ciberataques.

La información y los datos se han convertido en el centro de atención de los profesionales de este sector. Interpretar y analizar grandes cantidades de datos para mejorar el rendimiento de las empresas es el principal objetivo del especialista en big data, otra de las profesiones más demandadas de los últimos años. En este sentido, el volumen de datos que gestionan las compañías al año se ha incrementado en un 569% entre 2016 y 2018, según el estudio Global Data Protection Index, elaborado por la empresa tecnológica Dell. Debido a este incremento, los especialistas en big data o en data science se han disparado.

No obstante, en la carrera por el dominio de los datos, España ocupa el penúltimo puesto. Solo el 3,2% de los jóvenes españoles se siente preparado para trabajar en el entorno del big data, cifra que dificultaría que los puestos de trabajo del futuro se lleguen a cubrir.

Especialistas en empresa

Para poder sacar el máximo partido a los datos se necesitan herramientas concretas y es ahí donde el gran campo de esta profesión se divide y entran en juego varios perfiles, como es el arquitecto de datos, o el big data architecth, un profesional cuyo trabajo consiste en implementar soluciones para el almacenamiento, la gestión y el procesamiento masivo de datos, que no pueden ser gestionados de manera convencional, porque superan las capacidades de otras plataformas de software utilizadas normalmente.

España ocupa el penúltimo puesto en la carrera por el dominio de los datos

La mayoría de los centros que ofrecían programas de especialización en big data se centraban, hasta hace poco, en la vertiente analítica y tecnológica, formando a profesionales con perfiles matemáticos y estadísticos. No obstante, algunas escuelas de negocio ya ofrecen esta formación con un punto más empresarial, que permite a los profesionales que proceden de campos como la ingeniería o la administración de empresas ampliar sus conocimientos en big data. Los grados universitarios más específicos para esta profesión son matemáticas, informática, estadística o dirección de empresas, no obstante, cada vez son más las personas que deciden realizar un posgrado para especializarse en este ámbito.

Toda esta transformación digital implica una redefinición de los productos, procesos y estrategias dentro de una organización, para mejorar su desempeño interno y la relación con los clientes.

El traductor de negocio debe identificar en qué aspectos puede mejorar la actividad empresarial y desarrollar propuestas que puedan ser implementadas con procesos de aprendizaje automático. Este perfil corresponde a la rama de gestión empresarial y se encarga de tomar decisiones estratégicas.