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Selectividad: La prueba mantendrá diferente dificultad y correcciones según cada comunidad

  • Una de las principales quejas es el desnivel entre los exámenes

Carmen García
Madrid,

Selectividad, PAU, EBAU o EvAU. Los años escolares siguen pasando y el nombre del examen de acceso a la universidad se modifica con más asiduidad de la que les gustaría a los estudiantes. A falta de, prácticamente, cinco meses para que los alumnos de todas las Comunidades Cutónomas se vuelvan a enfrentar a estas pruebas, la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) ha decidido comenzar a trabajar en un informe sobre la realidad de la Selectividad a la espera de que el Gobierno convoque la comisión técnica postergada los últimos meses por la situación de interinidad.

Este paso hacia delante lo dan en un contexto rodeado de quejas sobre las desigualdades que puede haber detrás de las pruebas. El año pasado, la CRUE defendía el actual modelo de forma clara y tajante: "Consideramos que la EvAU es una prueba de acceso a la Universidad que funciona bien y que, por este motivo, cualquier intento de cambiarla debería hacerse desde el más amplio consenso educativo y tras un riguroso análisis de la realidad". Además, añadían que no existe "ningún informe académico que sostenga con datos contrastados que hay pruebas más fáciles que otras", que cada Comunidad Autónoma elabora los ejercicios dentro de unos límites muy tasados. No obstante, meses después de este comunicado, han afirmado que se reunirán para analizar la evolución de las pruebas.

Una de las principales quejas que acechan cada mes de junio al sector universitario es la dificultad de esta prueba y los desniveles apreciados, según los estudiantes, en los exámenes de las materias en las que se examinan. Esta situación provoca una creciente desigualdad de oportunidades a la hora de acceder a los estudios superiores.

A la espera de que el Gobierno convoque esta comisión técnica, los expertos de la CRUE van a comenzar a trabajar en un informe, cuyo propósito es elaborar su propio documento de trabajo para estudiar el actual modelo de Selectividad y comprobar si realmente existen diferencias de dificultad entre las Comunidades Autónomas. Este documento se presentará en la comisión anunciada por el Gobierno en junio del año pasado, y que todavía no ha comenzado a trabajar.

Fue el pasado 22 de octubre cuando CRUE eligió a los representantes de esta comisión técnica, que también integrarán los ministerios de Ciencia, Innovación y Universidades y de Educación y Formacion Profesional, así como a las consejerías autonómicas de Educación y la Coordinadora de Estudiantes (CREUP), y que estaba previsto que comenzara a trabajar en noviembre de 2019.

Los rectores pretendían empezar cuanto antes estos trabajos, para que las conclusiones y propuestas se pudieran introducir ya en la Selectividad del 2020, también llamada Evaluación para el Acceso a la Universidad (EvAU), a pesar de que ya no será posible introducir cambios en la convocatoria de este año.

Este martes, el Consejo Escolar del Estado dio el visto bueno al proyecto de la orden redactado por el Ministerio de Educación y Formación Profesional, que regula la Selectividad 2020.

Además, también ha salido adelante una enmienda, apoyada por el Ministerio de Educación, que pone de manifiesto la "incertidumbre" que provoca en los estudiantes "la situación de excepcionalidad" de los últimos años en cuanto a la regulación de las pruebas de Selectividad, exigiendo una normativa clara y que perdure en el tiempo. Esta enmienda fue presentada por la Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes (CANAE) y alude al cambio normativo que introdujo la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), aprobada en el año 2013 por el Partido Popular, y que establecía una evaluación final al acabar Bachillerato, conocida como una "reválida", que sustituiría a la tradicional Selectividad a partir de 2016.

No obstante, el Gobierno de Mariano Rajoy no llegó a aplicar dicho cambio y en diciembre de ese mismo año, mediante un decreto ley, suspendió las reválidas hasta que se alcanzase un Pacto de Estado para la Educación, aunque aquella mesa de partidos fracasó en 2018.

Sin cambios en el 2020

El Ministerio dirigido por Isabel Celaá admitió que la Selectividad 2020 será "continuista" y similar a la de los últimos años, a pesar de que mantiene su "compromiso" de revisar el modelo de las pruebas de acceso a la universidad, como anunció el pasado verano tras las quejas por los diferentes niveles de dificultad y criterios de corrección entre comunidades autónomas.

Pese a la polémica generada, sobre todo en los exámenes correspondientes al año 2019, el Gobierno de Pedro Sánchez ha decidido mantener la EBAU de igual forma, es decir, se descarta la idea de realizar un examen común para todo el país, en palabras de la ministra Isabel Celaá "Si por única entendemos exacta, no es necesario, sería un empobrecimiento del currículo". No obstante, sí aclaró que el Gobierno garantizaría "la equidad", para que las pruebas tengan la misma dificultad.

La EvAU 2020 será "continuista" y similar a la de los últimos años

En la orden donde se determinan las características, el diseño y el contenido del examen, se señala que las pruebas, a las que se presentan más de 300.000 alumnos, deberán finalizar antes del día 18 de junio de 2020. No solo es distinto el examen, también los días en los que se realiza, las tasas de matrícula y el nivel en función del territorio. Estas diferencias las constanta un estudio realizado por las investigadoras de la Universidad Complutense de Madrid, Judit Ruiz y Coral González, en donde se advierte de las diferencias en estructuras, bloques de contenidos y criterios de corrección. Este estudio identificó que, por ejemplo, en Canarias no se evalúan bloques de contenido, como el discurso literario en la asignatura de Lengua, que sí aparece en otras regiones españolas. También hay diferencias en cuanto a la corrección ortográfica, de tal forma que Baleares contempla la posibilidad de aprobar con 13 faltas de ortografía, Extremadura suspende el examen si hay más de cinco errores y Castilla y León quita 0,25 puntos por cada falta.

Acceso a la Universidad

Estas diferencias desembocan en que estudiantes de algunas regiones obtienen mejores notas y, por tanto, tienen más posibilidades de acceder a universidades a las que no entran aquellos alumnos que se someten a exámenes más exigentes.

Baleares aprueba exámenes con más de diez faltas de ortografía

Una de las clasificaciones educativas más analizadas es el informe PISA, que también tiene relación con el ambiente universitario. En ese sentido, si se comparan los resultados de la Selectividad con este informe, se observa que los estudiantes de regiones excelentes en este ranking internacional pegan un bajón en la Selectividad, mientras que los de las comunidades más rezagadas obtienen dos años más tarde resultados muy buenos, algo que se puede reflejar debido a la facilidad del examen o a una correción generosa.