Ecoaula
Obsoletos de serie
- Desde el sector educativo hemos de alzar una voz de alarma y de alerta.
Pablo Rivas
Madrid,
Acostumbrados a debatir sobre el futuro de la educación superior y con un nuevo ministerio propio, la Universidad suele eclipsar a su hermano mediano, el Bachillerato, pero, sobre todo, a la benjamina Educación Secundaria Obligatoria (ESO). España es el país en el que los jóvenes que deciden que su porvenir pasa por el ámbito científico-tecnológico son aplaudidos mientras que el resto, los de letras, reciben un segundo puesto de consolación. En estas semanas, el debate sobre el "pin parental" ha puesto de manifiesto que la política y la educación pocas veces se centran en la verdadera situación de las aulas. Todo se decide con rapidez, sin planificación, se exige que con 14 – 15 años elijas el camino, y en cierta manera el futuro, pero en realidad son los adultos los que lo hacen sin contar con ellos. ¿Sabe una persona de quince años cuál es su vocación como para dejar de estudiar Tecnología en 4º de ESO? Anticipándome a sus inquietudes, ¿acaso son los padres o los políticos quienes deben lidiar con el diseño del itinerario formativo de los estudiantes?
En una era en la que la formación académica, grados y másteres, no son fórmula magistral garante de bienestar económico, habríamos de apostar por un esquema pedagógico multidisciplinar y transversal que prepare a los jóvenes ante la Cuarta Revolución Industrial. Sin duda, el dominio de la comprensión lectora o cálculos matemáticos es necesario. Sin embargo, quedarse estancados en esto supone que el día de mañana tendremos un tejido profesional compuesto por empleados obsoletos de serie. Desde el sector educativo hemos de alzar una voz de alarma poniendo en valor la personalización del aprendizaje y la implementación de nuevas técnicas y modelos de estudio. ¿Dónde queda el conocimiento y uso de herramientas de tratamiento de Big Data, el poliglotismo, el saber sobre cloud computing, machine learning o el análisis de datos dentro de nuestro actual patrón formativo?
Actualmente, la estructura educativa española requiere que sus profesores inculquen el valor de la investigación y la innovación desde la adolescencia. Y no, ni la investigación es de ciencias, ni la innovación de letras. Dar como válido el axioma de la elección
temprana será un factor decisivo para que los alumnos de hoy se vean abocados a saber cuáles son sus aptitudes más representativas y decidir con más información y conocimiento de causa sus futuras metas. Un biotecnólogo ha de saber de programación y no por ello ser un informático. De la misma manera, un creativo tiene que dominar las nuevas plataformas de ventas digitales al igual que un experto en marketing. ¿Por qué nos seguimos empeñando en que la economía y la tecnología son aceite y agua? ¿Cómo toleramos que una segunda lengua como el Inglés no sea absolutamente prioritaria en el aprendizaje? Tal y como está diseñado nuestro sistema educativo, ya sea el escolar o el universitario, está produciendo personas obsoletas de serie. No es lo que el mercado laboral está demandando y tendremos tasas de desempleo indeseables en los próximos años. Y ese futuro predecible, será la consecuencia del problema.