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La Educación Física o cómo ejercitarla en el sistema de enseñanza
- Los centros educativos tienen la posibilidad de cambiar la realidad de las clases de Educación Física
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Madrid,
Se publica el Informe PISA y nos llevamos las manos a la cabeza. Los adolescentes españoles de 15 años están a la cola de la OCDE en Ciencias y Matemáticas, con los peores resultados de la serie histórica. La sociedad y la comunidad educativa claman por un sistema de enseñanza innovador, adaptado al siglo XXI y que sea eficiente y eficaz. Pero, detrás de todo eso hay mucho más, y el problema no está solo en estas asignaturas.
¿Qué pasa con la Educación Física? Porque, además de PISA, hay otros datos sobre los niños y jóvenes españoles que son escalofriantes. Uno de cada tres niños españoles de entre 8 y 16 años tiene exceso de peso. Más del 14%, obesidad. Estas cifras se publicaron el pasado año gracias al informe realizado por Unicef y la Gasol Foundation y sirven para poner sobre la mesa la cruda realidad que vivimos: los menores no se alimentan correctamente y no practican el ejercicio físico necesario.
El ingente desarrollo tecnológico ha traído todo un sinfín de ventajas para la sociedad, pero por otro lado nos ha creado unas costumbres al menos cuestionables. Hoy en día, los niños, en lugar de jugar en la calle, lo hacen en las casas, pegados a una pantalla y prácticamente sin hablar entre ellos. E incluso solos. Las carreras y los juegos tradicionales han sido sustituidos por las tablets, videoconsolas y demás aparatos, perjudicando la salud de los más pequeños debido a un uso a veces incorrecto a veces excesivo.
Un espacio donde podrían revertirse estos hábitos es en las clases de Educación Física, una asignatura que, más allá de intentar que los niños pasen determinadas pruebas y obtengan una nota, debería generar en ellos el hábito saludable de hacer deporte. Pero, evidentemente, saltando el potro, el minitrán, haciendo sentadillas o dando vueltas a una pista de atletismo difícilmente se consigue.
Porque mientras hablamos de modernizar las aulas integrando en ellas la tecnología y programas de calidad educativa, nadie menciona cómo hacer lo mismo con la Educación Física. La innovación debe ser, ahora más que nunca, integral en todo el sistema, no solo en las clases de Ciencias sino también en las de Educación Física, que siguen repitiendo los patrones de hace décadas, con planes aburridos y poco motivadores para los alumnos.
¿Qué podemos hacer para dar un giro a esta situación? Hacer que la Educación Física de un salto hacia adelante. Y nunca mejor dicho. ¿Qué tal dar una clase de 'jumping' y acrobacias sobre una cama elástica? ¿O hacer competiciones de 'free running' en un circuito de obstáculos? Actualizar las clases de Educación Física, incorporando disciplinas innovadoras que conecten con las nuevas generaciones es ya una realidad y muchos centros, por no decir la gran mayoría, lo desconoce.
El 'jumping' es una nueva modalidad deportiva que se practica en los trampoline parks, unos espacios indoors repletos de camas elásticas y atracciones, que llama fuertemente a la puerta. Y es que algo que puede parecer simplemente lúdico, logra que en 10 minutos saltando en una cama elástica se trabaje a la misma intensidad que durante 30 minutos de carrera continua. Además, hay menos riesgo de padecer lesiones, ya que el ejercicio aeróbico reduce el impacto en un 40% frente a actividades convencionales, según datos de la NASA.
Esta actividad no solo permite que los niños y jóvenes hagan ejercicio, sino que también se diviertan, socialicen entre ellos, descarguen adrenalina, den rienda suelta a su imaginación y, sin darse cuenta, generen un hábito saludable de practicar deporte y moverse, fomentando así una vida más activa. Porque se lo pasarán tan bien que querrán repetir, dejando de lado por un rato los dispositivos electrónicos que tanto les entretienen hoy en día, pero que tan absorbidos les tienen.
Los centros educativos tienen la posibilidad de cambiar la realidad de las clases de Educación Física con esta nueva propuesta, haciendo también que la deseada innovación llegue a esta asignatura, que ha quedado como la gran olvidada del sistema cuando tiene más importancia de lo que pensamos.
Los datos son concluyentes: nuestros niños y jóvenes necesitan moverse si no queremos que cuando se hagan mayores desarrollen enfermedades cardiovasculares y tengan problemas de salud derivados de la falta de actividad física en la infancia. Tecnología y deporte no son incompatibles, de hecho pueden convivir, pero no hay que olvidar que si no se toma un hábito deportivo en la infancia, después quizá será demasiado tarde. Y eso es algo que se puede evitar desde las aulas, donde a los más pequeños se les enseñan conocimientos y buenos hábitos, también en el deporte.
Elaborado por Carlos García, CEO de Urban Planet