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Oposiciones: Matemáticos ven injusto el sorteo por apellidos y piden eliminarlo
- La Real Sociedad Matemática Española manifiesta que son injustos y piden su eliminación total
Noelia García
Madrid,
¿Los sorteos por apellidos de la administración pública son realmente justos? ¿Dan a algunos candidatos más probabilidades que a otros? Las respuesta es sí. La Real Sociedad Matemática Española manifiesta que son injustos y piden su eliminación total.
Cualquier sorteo basado en letras de apellido está mal hecho, es injusto, no es equiprobable. "Aunque la forma de elegir la primera letra de los apellidos se realiza mediante un sorteo aleatorio, donde todas las letras de inicio de apellido tienen la misma probabilidad, los apellidos de la población no se organizan de forma aleatoria", aclara Juan Miguel Ribera, de la Comisión de Jóvenes de la RSME.
Y no solo los matemáticos están en su contra. Nicolás Ávila, presidente de ANPE -Asociación Nacional de Profesionales de la Enseñanza- está de acuerdo en que "un sorteo por apellidos no es realmente lo más justo, por no poner a todos los participantes en igualdad de condiciones". Por ello, propone "asignar un número a cada uno de los aspirantes a oposiciones en cada proceso selectivo y extraer un número al azar y a partir de ahí conformar el orden de actuaciones y la adscripción de los opositores a los tribunales. Este sistema ya lo está llevando a cabo alguna Comunidad Autónoma, como Castilla-La Mancha, a la hora del sorteo de los miembros de los tribunales de las oposiciones a los cuerpos docentes".
David Martín de Diego, investigador científico del Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMAT), afirma que "un sorteo por letras es injusto y utilizarlo para asignar becas, premios, acceso a vivienda, etc. debería ser erradicado absolutamente. Se pueden llegar a situaciones totalmente injustas, no respetando el principio básico de que todos los individuos tengan la misma probabilidad en un sorteo".
En esta misma línea, Francisco del Pozo, autor de la obra Mientras opositas y un experto en la preparación de oposiciones, asegura que "la fórmula que debe emplearse es la de la aleatoriedad/azar, pero sobre una base numérica, no sobre la letra del apellido. Por ejemplo: asignar a cada persona un número, y que el sorteo se haga entre los números asignados con independencia de la letra del apellido".
Se forman grandes tapones en las listas, porque no hay las mismas personas cuya letra del apellido sea la misma. Las que más posibilidades tienen son la M, la G y la C. En la cola, están la X, la K y la Y. A 1 de octubre, el apellido que más se repite es García (1.464.633), seguido de Rodríguez (925.137) y de González (924.594). En el otro lado de la balanza se encuentran Gallardo (44.608), seguido de Bravo (44.720) y de Esteban (44.776). Por tanto, si sale la letra M, el resto de letras tienen menos posibilidades, puesto que hay más gente con esa letra. Asimismo, si saliera una de las letras poco comunes, por ejemplo la X, al haber tan poca gente con este apellido, automáticamente las siguientes letras con más gente, como la A, tendrían más posibilidades de salir elegidos.
A pesar de demostrarse que no son totalmente justos estos sistemas, aún se aplica en la adjudicación de plazas en centros escolares, en la selección de personal de la Administración de la Comunidad Autónoma de Galicia o en la adjudicación de plazas para los Campus Científicos de Verano por parte del Ministerio de Educación y Formación Profesional y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT).
Por su parte, Pilu Hernández Dopico, reconocida maestra, preparadora de oposiciones y fundadora y CEO de El Pupitre de Pilu, destaca que "el método más justo y que proponemos es el sorteo con los números del Documento Nacional de Identidad (DNI), más concretamente con las dos últimas cifras. Por ejemplo, se realiza un sorteo y sale el número 37, comenzarían escogiendo a las personas que sus últimas cifras del DNI acaben en 37, si hay más de una con esta misma terminación, se haría otro sorteo para tener una tercera cifra. En el caso de que saliera el número 6, correspondería al DNI que termine en 637, continuaría con el 638, 639, hasta dar la vuelta completa y así comenzar con el 37. Puesto que hay más candidatos que plazas, es posible que en algún momento nos sobren candidatos. Por ejemplo: hay diez personas cuyo DNI acaba en 42, pero solo quedan ocho plazas, entonces sorteamos la cuarta cifra final y así hasta completar".
Desde Adams aclaran que antes de comenzar los sorteos de letras "se establece un orden de prelación, atendiendo a las puntuaciones obtenidas en las distintas pruebas, otorgando mayor prioridad a una u otra, en función de los criterios previamente establecidos. Si al hacer estas revisiones, todavía existe empate entre los candidatos, en algunas Administraciones ya utilizan otros criterios para dirimirlos". Así, la Comunidad de Madrid, concretamente para el Cuerpo de Auxiliar Administrativo, se elabora una única lista con todos los aspirantes que superan las pruebas (tanto los que concurren por cupo general como los que lo hacen por el cupo de discapacidad), el primer criterio para el desempate es a favor de las personas que concurran por el cupo de discapacidad; y luego el criterio de desempate es la nota obtenida en el segundo ejercicio. Mientras, para el cuerpo de Agentes de Inspección del Transporte, en caso de empate, se tiene en cuenta primero la nota del segundo ejercicio y luego la del primero. En ambos casos, si persiste el empate, se deshace mediante la celebración de un sorteo público entre los aspirantes. En el caso de las oposiciones para docentes no universitarios, los aspirantes empatados realizan una prueba de capacitación complementaria. Y en otros casos, como, por ejemplo, en las oposiciones para la Escala Básica de Policía Nacional, se va aplicando sucesivamente la mayor puntuación obtenida en los ejercicios primero, segundo y tercero de la primera prueba hasta deshacer el empate.
Proponen asignar un número cada uno de los aspirantes en cada proceso
"No se está pidiendo nada nuevo, ni costoso. Simplemente se está solicitando hacer extensivo este modelo de adjudicación, que ya se da en otras administraciones, a los procesos habituales de cualquier oposición: desde el sorteo en la defensa oral de un examen a la elección de una plaza", afirma Clara Torrijos, CEO de GoKoan, una startup valenciana creada para preparar oposiciones.
Asimismo, la asignación de un número es la opción que más gusta entre los expertos. Juan Miguel Ribera, de la Comisión de Jóvenes de la RSME, destaca que "la problemática del método actual es que existen apellidos que, a partir de la extracción de una letra de apellido, nunca podría estar el primero de una lista de seleccionados. Por ejemplo, el apellido Rubio no sería seleccionado nunca el primero siempre que existiera un Ramírez en el listado de solicitudes".
En la revista Temat de divulgación de matemáticas se ha publicado recientemente un artículo que analiza, con datos reales, las probabilidades de los apellidos de una población en un hipotético sorteo por apellidos, en los que se sortean la primera o las dos primeras letras del apellido. Por ejemplo, los apellidos que comienzan por CI se ven ampliamente beneficiados en Castilla y León cuando hay pocos solicitantes; no obstante, esta ventaja es menor y casi inexistente en el País Vasco, donde a su vez la desventaja de los apellidos que comienzan por HE es menos pronunciada. Esto es lo que veríamos comparando el resto de parejas de letras, la mayoría siguen la misma tendencia que a nivel estatal, pero con algunas diferencias locales.
No obstante, el artículo también demuestra que como el resultado depende de la población concreta, del número de plazas y del número de solicitudes, no hay una fórmula sencilla que exprese las probabilidades para poder evidenciar ante las administraciones que el procedimiento es manifiestamente injusto.