Divisas

¿Qué supondría la paridad euro/dólar?



    Citi o Goldmand Sachs ya han apostado por la igualdad del euro y el dólar en 2016, un escenario que podría impulsar a la Zona Euro pero introducir nuevos riesgos.

    La debilidad que el euro ha mostrado frente al dólar en los últimos meses ha abierto un nuevo escenario en la Eurozona en el que se debaten las ventajas a corto plazo y los riesgos a largo. Sólo desde julio del año pasado, la moneda única ha caído un 17 por ciento frente al billete verde y ha regresado a niveles de 2003, a tan sólo un 10 por ciento de la paridad cambiaria. Un 1 igual a 1 en el tipo de cambio entre el euro y el dólar por el que ya han apostado de cara a 2016 firmas de inversión tan reconocidas como Citi o Goldman Sachs.

    Precisamente, Citi aporta en un informe reciente algunas de las causas que están detrás del desplome del euro/dólar: "Esperamos que el euro siga cayendo como resultado de la flexibilización monetaria del Banco Central Europeo (BCE), del débil crecimiento de Europa, de las altas tasas de paro y de la inflación negativa". Una cuestión esta última clave, pues, según el banco neoyorquino, "para obtener mayor inflación rápidamente (el principal mandato del BCE) será necesario que el euro se deprecie más". Además, en su opinión, "que los estímulos monetarios activados se trasladen a la economía real puede depender de un euro bajo". Unas previsiones que se alimentan con la pujanza que está demostrando la economía de EEUU, inmersa en una fase expansiva que está fortaleciendo al dólar frente al resto de divisas importantes del mundo. Pero, ¿qué supondría la paridad del euro/dólar?

    La primera visión es la positiva pero cortoplacista. La que ve en la caída del euro una inmediata mejora de las exportaciones a otros países de otras áreas monetarias (especialmente para los motores de la Eurozona, Francia y Alemania) e, incluso, una ventaja competitiva para países con atractivo turístico como España. Un clavo ardiendo al que agarrarse si el riesgo de importar inflación sigue compensándose con la caída del petróleo. "La mayor desventaja de la debilidad cambiaria para la Eurozona, y Europa en general, ha sido siempre la factura energética, ya que Europa importa la práctica totalidad de su petróleo y éste se paga en dólares. Sin embargo, la dramática caída del petróleo en los últimos tres meses prácticamente elimina esta preocupación", explica Enrique Díaz-Álvarez, director de Riesgos de Ebury.

    Sin embargo, aunque José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, no niega las ventajas que para la Eurozona podría suponer la paridad euro/dólar, considera que éstas serían solo a corto plazo. "Muchos países mejorarían la competitividad por el camino más corto pero aumentaría el riesgo de desconfianza", explica; pues, en su opinión, lo que de verdad necesita Europa es "inversión productiva".

    "Cierto que mejoraría las exportaciones, pero se dañaría el crecimiento potencial y se desincentivarían las medidas de ajuste por las mejoras a corto plazo", continúa el analista, quien relata otras consecuencias a medio/largo plazo: "Desconfianza, incertidumbre y otros riesgos que no se tienen en cuenta ahora". Riesgos "como el de inflación", alerta Campuzano, dado que, según adelanta, "el desplome del euro, junto con una política monetaria expansiva como la que está aplicando el BCE, más el repunte que llegará del crudo, suponen el riesgo de que a largo plazo suban los precios".

    Para Miguel Ángel García, profesor de Economía Aplicada en la Universidad Rey Juan Carlos, también existen ventajas e inconvenientes. Las primeras "provienen del abaratamiento de los productos europeos en los mercados internacionales que pueden mejorar las exportaciones, de un posible impacto positivo en la demanda interna derivado de la citada mejora y también de la posibilidad de atraer inversiones extranjeras para comprar activos nominados en euros (financieros y no financieros)".

    Por contra, el docente advierte serias desventajas según los fundamentos de cada país. "El efecto agregado de la competitividad precio perjudica a los Estados con una balanza de pagos negativa y con poca presencia de sus exportaciones en el mercado fuera del dólar", señala, y añade entre los perdedores de este escenario a "quienes hubieran realizado inversiones en euros antes de la depreciación, que, en situación normal, deberían verse compensados con una subida de tipos de interés, algo que la actual trampa de la liquidez impide". En el caso concreto de España, Miguel Ángel García apunta que la depreciación puede ser positiva siempre y cuando se mantengan las condiciones para mantener un superávit en el saldo comercial de la balanza de pagos".

    Análisis que se quedaría en agua de borrajas si como introduce Mónica Defend, directora de asignación global de activos de Pioneer Investments, "la Reserva Federal de EEUU nota un fuerte impacto en su PIB e impide que se alcance la paridad posponiendo la subida de tipos más allá de 2015".

    Grifols, la más beneficiada

    Además de los efectos (perniciosos o no) de este tipo de cambio sobre las distintas variables macroeconómicas ya mencionadas, este contexto de debilidad por parte de la divisa única frente al billete verde genera también consecuencias en las cotizadas de Europa y EEUU.

    Por un lado se encuentran las firmas más grandes del Viejo Continente en las que los ingresos procedentes de EEUU suponen un porcentaje elevado sobre sus ganancias. En estas compañías, un euro débil favorece sobremanera sus exportaciones a EEUU. Unas ganancias (las obtenidas en este país) que además se ven multiplicadas si se atiende al ritmo de crecimiento que se da al otro lado del Atlántico, donde el consumo ha reactivado la economía.

    En este sentido, la gran beneficiada no es otra que Grifols. Se trata de la compañía con sede en la Zona Euro en la que sus ingresos procedentes de EEUU son mayores. Más de un 60 por ciento de las ganancias de esta compañía procedieron de este país en el último ejercicio, según afirman desde Bloomberg.

    De hecho, esa es una de las razones por las que la media de casas de inversión estima para ella unas ganancias un 65 por ciento superiores a las obtenidas en 2013. Se esperan más de 570 millones de euros de ganancias netas para la firma de hemoderivados.

    Tras ella, Delhaize y Ahold son las firmas que más se benefician de este tipo de cambio. Sin olvidar el caso de Pandora, empresa danesa que también se aprovecha de una corona debil frente al dólar. Todas ellas se revalorizan de media en lo que va de año cerca de un 7 por ciento en el mercado de renta variable. Y no es un comportamiento aislado. Las firmas continentales con una exposición en su cifra de ingresos superior al 20 por ciento, registran ganancias en el mercado de renta variable superiores al 8 por ciento de media desde que comenzó el presente ejercicio.

    Además, no hay que olvidar el caso de las empresas británicas cotizadas en este selectivo. Si bien es cierto que el par euro/dólar se ha dejado más de un 15 por ciento desde que enero de 2014, también lo es que el cruce entre la libra británica y la divisa estadounidense también se ha visto resentido en este periodo de tiempo. La caída superior al 7,5 por ciento en este espacio temporal da muestra de ello. BTG, National Grid, Wolseley, Prudential o UBM serían las grandes beneficiadas en este sentido de una divisa débil frente al dólar.

    En el lado opuesto de la balanza se encuentran las compañías estadounidenses que han visto como este tipo de cambio hacía mella en sus cuentas de resultados.

    El secretario del tesoro estadounidense, Jack Lew, afirmaba a finales del mes de enero que consideraba que al igual que lo hicieron sus predecesores en el cargo, "un dólar fuerte es bueno para EEUU. Si se observa la economía en este momento, la verdad es que está mostrando un comportamiento bastante bueno".

    Sin embargo, muchas de las firmas yankees con parte de su negocio fuera de este país no opinan de igual modo. Un dólar fuerte mellaría la cuenta de ventas de estas compañías en el momento en el que se convirtieran a dólares las ventas realizadas en el extranjero. Una muestra de ello es la presentación de resultados de firmas como Microsoft. Según informan desde Bloomberg las fluctuaciones en materia de divisas reduciría los ingresos de la tecnológica en 4 puntos porcentuales en sus cuentas trimestrales.

    "Lo cierto es que muchas compañías norteamericanas con una parte importante de su negocio a nivel internacional están sintiendo la presión de una moneda fuerte. Por ejemplo, ha sido el caso estos últimos días de los resultados de Caterpillar, Procter & Gamble y Microsoft", señalan desde el departamento de estrategia de Citigroup.