El euro espera la señal oportuna para alcanzar los 1,60 dólares
Son muchos los que sostienen que la debilidad del mercado laboral americano va en aumento. Además, indican que, tarde o temprano, el bolsillo del consumidor recordará el significado de la palabra recesión con los últimos récords del barril de crudo -por encima de los 117 dólares-, y los precios de los alimentos.
Pero, por ahora, este tema no es el de mayor relevancia para los carry traders (inversores que compran divisas con bajos tipos de interés para venderlas e invertir en otras con mayores rentabilidades). Éstos han comenzado la jornada en la pole position, después de que la semana pasada protagonizaran las mayores oportunidades de negocio. La venta de yenes de esta mañana ha tomado un nuevo impulso con las declaraciones del ex presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed), Alan Greenspan.
El ex mandatario ha afirmado que lo peor de la crisis crediticia ya ha pasado, lo que ha sido visto como una muy agradable noticia para el sector financiero en su conjunto. Hoy será el día de Bank of America -el último de los grandes americanos en anunciar sus resultados-, que se espera que no decepcione, dejando al grupo General Electric como el mirlo blanco del cuarto trimestre.
Para calmar las aguas
Sin embargo, el gran protagonista de la sesión viene siendo el Banco de Inglaterra (BoE), que ha confirmado una inyección de liquidez a los mercados de crédito británicos (por 50.000 millones de libras), para calmar las aguas lo máximo posible. Si bien los bancos se están deshaciendo de los devaluados bonos hipotecarios a cambio de los gilts (bonos británicos), todavía no ha resultado muy convincente la ayuda.
Se argumenta que la asistencia beneficiaría directamente a los consumidores de hipotecas, pero los platos rotos los seguirían pagando las entidades financieras. De todas formas, el BoE no se ha querido hacer cargo de los instrumentos más riesgosos, ni de los expuestos al subprime estadounidense. Así, la libra esterlina ha perdido esta mañana un considerable terreno frente al yen y al dólar, mostrando la cautela de los operadores de la City.
En la Europa Continental
Cruzando el Canal de la Mancha, en la Eurozona será una semana clave. Dado que los inversores que apuestan por un euro al alza están muy sensibles a cualquier signo de ralentización en el Viejo Continente, estarán muy atentos al índice de gestores de compra (PMI) del sector manufacturero, el indicador Ifo de confianza empresarial de Alemania y la cuenta corriente de la zona euro.
En caso que el PMI muestre claras señales de contracción, la divisa comunitaria podría experimentar una importante toma de beneficios, siempre y cuando en Estados Unidos no suceda algo peor.
De hecho, el euro está más sensible de lo habitual, ya que no ha reaccionado con contundencia a los altos precios del crudo, mostrando claramente la espera que se encuentran los traders a estos eventos.
El euro (EURUSD) cotiza al alza y ha vuelto a los 1,59 dólares. Parece dispuesto a romper la barrera de los 1,60 si alguno de estos indicadores son mejores de lo previsto y pulverizar su último récord histórico de 1,5983.
La moneda europea desafía las resistencias en 1,5913 (ex máximo histórico) y 1,6000 (psicológico). A su vez, se vigilan los soportes de 1,5641 (máximo del 20 de marzo); 1,5560 (máximo por hora del 25 de marzo) y 1,5405 (mínimo del 21 de marzo).