Hablemos de recuperación, hablemos de cerveza


    Jorge Paradela

    El director de asuntos corporativos de Heineken, Jorge Paradela, resalta el papel de la cerveza en la recuperación.

    Podríamos decir que en España la cerveza es una bebida social, que nos invita a compartir los mejores momentos con los nuestros. La pareja ideal de la gastronomía, que casi siempre disfrutamos con algo de comer, en el aperitivo, la comida o la cena. La compañera perfecta en cualquier ocasión y a cualquier hora del día. Pero la cerveza es mucho más que eso. Es economía, trabajo, industria, innovación… y su consumo, en años de bonanza, crece como la espuma.

    Especialmente en un país como el nuestro, en el que la evolución de la industria cervecera es un claro indicativo de recuperación económica. No en vano, prácticamente lideramos la creación de empleo en Europa dentro de nuestro sector, con un merecido segundo puesto, a pesar de ser cuartos en cantidad de cerveza producida. Porque en España, al hablar de cerveza, hablamos de hostelería: un sector que en 2016 creció más del doble que el PIB del país. Impulsada por el turismo y el incremento del consumo fuera del hogar, la hostelería ha demostrado ser la actividad que mejor ha sabido salir de la crisis. El universo de establecimientos de hostelería en España crece ahora de forma constante, año tras año, adaptándose a los gustos del consumidor con locales modernos y una innovadora oferta de productos y formatos.

    Y nuestra industria, la de la cerveza, ha jugado un papel muy importante en todo este proceso. Los españoles hemos vuelto a salir a la calle para disfrutar de la cerveza, demostrando que somos muy de bares -no en vano nuestro país cuenta con la mayor densidad de bares y restaurantes del mundo, con un punto de venta por cada 175 habitantes. Y lo hemos hecho sobre todo por el día; convirtiendo a la cerveza en el principal motor de ingresos de la hostelería diurna y aprovechando el excelente clima español, especialmente en verano y en primavera.

    Este incremento de consumo ha repercutido directamente en nuestra economía, donde el valor de la cerveza ya supera los 15.500 millones de euros y supone un 1,4 por ciento del PIB. Así como en la evolución de la industria cervecera, que concentra el 64 por ciento de su consumo en la hostelería y deriva hacia este canal el 90 por ciento de los más de 344.000 puestos de trabajo creados.

    En conclusión, parece claro que la evolución de la industria cervecera, la recuperación de la hostelería y el incremento del consumo caminan juntos hacia una nueva etapa de crecimiento, optimismo y progreso económico. ¿Cuál es entonces la excusa para no disfrutar de una caña en algún momento del día?