Nuestra cesta de la compra es de las más baratas de europa
Llenar la nevera en nuestro país cuesta menos que en la gran mayoría de los vecinos europeos, incluida Italia, Grecia, Irlanda, Chipre o Eslovenia, gracias a la extensa red de distribución y a la competencia, también en precios, que existe entre los distintos formatos comerciales.
La cesta de la alimentación en España es una de las más baratas del Continente europeo y, exceptuando la de Portugal, la más barata de la Europa occidental. Tanto es así que, pese a lo contrario de lo que pudiera creerse, llenar la nevera en nuestro país cuesta menos dinero que en algunos de nuestros vecinos como Grecia, país rescatado durante la crisis económica y con salarios de media más bajos que los españoles, Chipre -donde existe una mayor concentración en el sector de la distribución y en el que opera el gigante Tesco- o Italia.
Pese a que el país transalpino es, como España, un gran productor de alimentos tanto en el sector primario como a nivel industrial, y a que su Producto Interior Bruto per cápita es muy similar al nuestro, el coste de nuestro carro de la compra está 19 puntos por debajo del de los italianos, 11 puntos por debajo del de los alemanes, 30 del de los suecos y seis respecto a la media de la Europa comunitaria -la de los 28 Estados miembros-, según datos de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat).
Si en términos generales hacer la compra es más caro en la Europa occidental que en el antiguo Bloque del Este, España se anota otro punto a favor de sus consumidores al tener una cesta más barata que Eslovenia, y también más asequible que Irlanda, otro país que tuvo que recurrir a las ayudas comunitarias tras el descalabro de su economía durante la crisis y en el que existe una menor oferta de formatos comerciales por la mayor concentración que hay en el sector de la distribución.
De ahí que la explicación al por qué llenar la despensa es más barato en España que en la mayoría de sus vecinos más próximos europeos no sólo resida en que el nuestro es un potente productor de alimentos y bebidas; algo que permite que muchos de los productos que consumimos tengan menos costes derivados de su transporte que en otros Estados miembros, obligados a importar buena parte de lo que ingieren -especialmente frutas, hortalizas y verduras-.
Además de la anterior, otra de las razones de los precios de nuestra cesta de la compra es que la competencia que existe en la distribución de España es mayor que la que se registra en otros socios comunitarios.
El triple de tiendas que en la UE
?Tener a 10 minutos de casa distintos establecimientos, de distintos formatos comerciales que compiten entre ellos no sólo pero también por precio, es algo que prácticamente sólo tenemos en España. Cuando existe un abanico de posibilidades como ése, esa competencia incide en los precios?, explica Ignacio García-Magarzo, director general de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas).
?Si la cesta de la compra es más barata en España que en Italia, que son países muy similares en renta per cápita y en lo que respecta a la producción de alimentos y bebidas, es porque aquí el sector de la distribución es más competitivo y la cuota de mercado de los diferentes formatos comerciales es más equilibrada?, puntualiza el directivo a elEconomista Alimentación.
Según los datos de Eurostat, esa competitividad se justifica en el hecho de que en España hay hasta tres veces más establecimientos donde comprar alimentos y bebidas que en la media de la Unión Europea -157.968 de nuestro país frente a los 53.569 de media en la Europa comunitaria-.
Es más, siempre según los datos de la Oficina Europea de Estadísticas, por cada 1.000 habitantes en España hay una media de 3,4 establecimientos en los que llenar la nevera frente a los 2,6 que hay, de media, en el resto de Europa.
Datos que, según argumenta Ignacio García-Magarzo son un reflejo de ?la diversidad territorial de España? donde hay cabida para muy diversos formatos comerciales ?muy pegados al consumidor local?, como es el caso de los supermercados regionales. ?En España se da mucha importancia a la alimentación, pero no en todas las partes del país se compra igual. La prueba de que esto es así está en los mercados tradicionales que aunque se parezcan son diferentes en función de su localización. Los mercados de Madrid no son igual que los de Sevilla o estos que los de Barcelona?, sostiene.
Algo que a su juicio facilita el dinamismo del sector permitiendo que nuevos operadores lleguen a nuestro mercado. ?Hace quince años que se dice que en España el mercado de la distribución está saturado, pero en este tiempo han llegado algunos operadores con nuevas propuestas y han conseguido hacerse un hueco y expandir sus modelos de negocio?, apostilla el directivo, quien califica a España de ?país abierto a la innovación relacionada con los formatos comerciales?.
Entre esos formatos, el pequeño comercio sigue teniendo su espacio en España gracias a la especialización por la que han apostado muchas de esas tiendas. Una especialización que, sobre todo, se ha centrado en los productos frescos y que se ha visto alentada por el hecho de que buena parte de la producción -especialmente de frutas y verduras- se queda en su lugar de origen para ser consumida por los clientes de la región.
Además de la especialización en los productos frescos -que en los últimos años se han convertido en el verdadero caballo de batalla de la distribución, al que ahora se suma el canal online- esos pequeños comercios se han podido reconvertir en otras cosas gracias precisamente al afán del consumidor español por probar nuevas tiendas y al propio dinamismo del sector de la distribución en España.
?Muchos de los pequeños comercios que antes nos encontrábamos en todas las ciudades, las típicas tiendas de ultramarinos, se han convertido en tiendas de conveniencia con horarios de apertura más amplios, en tiendas delicatessen -donde se venden productos más premium y gourmet-, en puntos de hostelería donde también se hace un servicio de venta de productos de alimentación y bebidas o directamente en súper de barrio?, explica Ignacio García-Magarzo.
Donde España obtiene peor resultado que la Unión Europea es en la comparativa de tiendas existentes cada 100 kilómetros cuadrados. Si los datos de Eurostat indican que en la Unión Europea por cada 100 kilómetros cuadrados hay 33 tiendas, en España esos mismos datos revelan que hay 31. ¿Por qué? ?Porque nosotros tenemos zonas despobladas donde apenas hay ni comercios ni habitantes?, sostiene el director general de Asedas. Zonas que bien pueden encontrarse en la meseta castellanoleonesa y en algunas partes de la Comunidad Autónoma de Aragón, como la que ocupa el desierto de los Monegros.
De cara a los años venideros, el directivo prevé que los precios de la cesta de la compra en España se mantengan más bajos que en la media de la Unión Europea. ?Mi impresión es que la estructura actual se va a mantener porque el consumidor va a seguir comparando la oferta comercial y ésta va a seguir compitiendo, entre otros factores, en precio?, concluye.