Subway cumple 50 años por tierra, mar y aire



    Al no necesitar cocina ni salida de humos o grandes espacios para almacenar mercancía, la firma creada en 1965 apuesta por llevar su marca a locales inéditos que elevan su notoriedad en el mundo.

    Medio siglo. Ese es el tiempo que ha pasado desde que en 1965 Fred DeLuca abriese en Estados Unidos el primer restaurante Subway. En estas cinco décadas, la firma de restauración se ha convertido en líder mundial de la franquicia en cuanto a número de establecimientos, con más de 43.000 operativos -de los que más de 4.500 están en Europa-.

    Una expansión que entre otros factores se debe a dos variables que en el sistema de franquicias se antojan claves: una baja inversión inicial y una no necesidad de cocina y salida de humos.

    En concreto, la inversión inicial que un franquiciado en España ha de desembolsar para unirse a la red de Subway oscila entre 120.000 y 140.000 euros. Esto unido al hecho de que todos los productos vienen ya preparados desde la central evitan que el local tenga que tener una amplia cocina y por tanto más personal.

    Condiciones que abaratan la puesta en marcha de una franquicia y que han permitido a Subway llegar a lugares inéditos, como muestran las fotografías de esta página y la siguiente.

    "Es una compañía que consigue abrir en ubicaciones muy distintas y en lugares muy variopintos", sostiene Alessandra D'Agostino, responsable de ventas de Franquicias de Subway para España y Portugal.

    Localizaciones que, de momento, están en su mayoría en Estados Unidos pero que poco a poco van llegando a otros países en los que Subway está presente.

    De hecho, según confirma D'Agostino a elEconomista Franquicias y Emprendedores el objetivo de la firma en España es "hacer lo que ya hemos hecho en otros países del mundo, donde hemos conseguido abrir restaurantes en sitios tan dispares como en casinos u hospitales". Una lista que es mucho más larga a juzgar por las ubicaciones que Subway ha elegido para llevar sus productos.

    Ubicaciones entre las que figuran los locales integrados en una iglesia de Nueva York, un instituto de Detroit o una lavandería de Los Ángeles. También en Estados Unidos, la enseña dio mucho que hablar cuando colgó literalmente de un andamio un local de su firma para dar de comer a los obreros que construían nada menos que la Torre de la Libertad en el solar en el espacio en el que antes del 11 de septiembre de 2001 lucían las famosas Torres Gemelas de la Gran Manzana.

    Entre sus logros también figura el haber abierto una primera franquicia con productos kosher en el Centro Judío de Cleveland, otra en la mismísima Bahía de Guantánamo, en el Parque Nacional de Iguazú (Argentina) y a bordo de un barco turístico de Alemania.

    Todas estas aperturas contribuyen a que Subway siga aspirando, pese a la crisis económica y de consumo, a seguir con la apertura de locales y a hacer más fuerte su red de franquicias. En el caso de España -donde ya ha abierto locales de menos de 10 metros cuadrados-, la compañía pretende llegar a los 500 en el horizonte de 2020. El objetivo para 2015 es cerrar el año con 70 establecimientos operativos.

    Esas aperturas -pensadas tanto para zonas turísticas como para otras de más consumidores de origen nacional- estarán orientadas a que la firma siga creciendo en Cataluña, Valencia y las Islas Canarias, donde ya está más asentada, y consolidándose en Madrid y la zona sur del país.

    En Europa, los planes de la compañía pasan por abrir 2.000 nuevos locales en los próximos años, con los que crear 20.000 nuevos puestos de trabajo en el Viejo Continente, según contó a esta publicación el director de Subway Europa el pasado mes de diciembre, Marc Kreder.

    Entre los planes que la firma tiene para Europa, Madrid juega un papel muy importante ya que ha sido en la capital de España donde Subway ha decidido abrir una oficina desde la que pilotar su desarrollo en todos los países del sur del continente.