El 98% de las alimentarias no invierte nunca en i+D
Desde el inicio de la crisis en el año 2008, el gasto que las empresas de la industria alimentaria han destinado a sus presupuestos de innovación y desarrollo ha caído un 34,6 por ciento.
Corren malos tiempos para la innovación en España. Los ajustes que muchas empresas se han visto obligadas a hacer en sus presupuestos para hacer frente a los envites de la crisis económica también se han dejado sentir en las inversiones que consagran al I+D.
Una realidad que también ha tocado de lleno a la industria agroalimentaria de nuestro país, al haber lanzado solamente 128 innovaciones durante el último año.
Aunque el total de empresas que ha apostado por innovar está repuntando muy ligeramente en los últimos años, sólo el 2,3 por ciento de las compañías de este sector, es decir, 679 de las cerca de 29.000 que lo conforman, apostaron por lanzar nuevos productos o nuevos formatos de sus productos en el ejercicio de 2012.
Un porcentaje que, sin embargo, superó en un 1,8 por ciento el del año anterior.
De ese total, 454 compañías innovaron de manera esporádica y sólo 225 de forma constante, según se desprende del Informe Económico 2013 de la Federación española de la Industria de Alimentación y Bebidas (Fiab).
Esto significa que sólo un 0,77 por ciento del sector innova de forma permanente. El dato es especialmente alarmante porque al margen de que el porcentaje es muy bajo, el número total de empresas de esta industria que apuestan por la innovación ha pasado de 800 en el año 2008, justo antes de que se iniciara la crisis económica, a 679 en 2012.
Aunque el sector alimentario no ha sido la única en el que la innovación ha sufrido un batacazo. Según aseguran desde Fiab y Promarca, la asociación que engloba a las grandes marcas, uno de los grandes problemas que está frenando la innovación radica en el hecho de que los productos que lanzan no acaban llegando a los lineales de los supermercados, lo que frena la inversión.
La distribución se defiende, en cambio, argumentando que no tienen sitio para todos los productos en sus supermercados e hipermercados y que tienen que ajustarse a lo que piden los consumidores.
En el total de la industria española, 4.434 empresas innovaron en 2012, frente a las 6.256 que lo hicieron en 2009, y en el conjunto de la economía nacional 8.196 compañías apostaron por la innovación, lo que significa 4.801 menos que las 12.997 que lo hicieron en 2008.
Teniendo en cuenta el tamaño de las empresas, el informe de Fiab concluye que el número de las grandes que realizan I+D disminuyó el último año, aunque fue en la pata de la alimentación, bebidas y tabaco en la que se registró el mayor retroceso con una caída del 7,9 por ciento, frente al 2,2 por ciento del total de las empresas y al 5,1 por ciento de las empresas industriales.
Pese al tirón de las pequeñas y medianas empresas, el gasto en innovación de las empresas de la industria de la alimentación fue en 2012 un 14,2 por ciento inferior al del año anterior. Otro resbalón que ha contribuido a que desde el inicio de la crisis las partidas presupuestarias que el sector ha dedicado a la I+D hayan disminuido hasta en 34,6 por ciento.
Un porcentaje que es superior al descenso del 32,7 por ciento registrado en el total de las empresas de la economía y que está muy por encima de la caída acumulada del gasto en innovación que han sufrido las empresas industriales y que ha llegado al 15,2 por ciento entre 2008 y 2012.
Además, el modo de gastar esas partidas presupuestarias consagradas a la innovación difiere, y mucho, entre las empresas del sector alimentario con las del resto de la economía.
Así, el documento de Fiab muestra que las empresas de la alimentación en España destinan el mayor porcentaje de su gasto -un 40,3 por ciento en 2012-, a la adquisición de maquinaria, equipos y hardware o software avanzados y, en segundo lugar, a la I+D interna (32,4 por ciento).
En qué se gasta el presupuesto de la I+D
Esta característica es justamente lo contrario de lo que sucede en el total de la industria y de la economía en su conjunto. En ambos casos las empresas destinan el mayor porcentaje al I+D interno y, sólo después, a la adquisición de maquinaria, equipos y hardware o software avanzados. Otra de las variables que han cambiado en los últimos años está vinculada al diseño, donde el gasto destinado ha caído a la mitad desde 2008 hasta el año 2012.
En el reparto del gasto de la I+D, después de para adquirir maquinaria, equipos y hardware o software avanzados y para llevar a cabo innovaciones a nivel interno, la industria de la alimentación y bebidas destina su presupuesto en I+D a la adquisición de conocimientos externos para la innovación, para hacerse con innovaciones externas y para introducir sus innovaciones en el mercado.
Independientemente de la innovación, el Informe Económico 2013 de la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (Fiab) indica que las empresas dedicadas a la industria de la alimentación y la fabricación de bebidas suponen el 15,8 por ciento del total de empresas de la industria manufacturera.
A 1 de enero del año 2013 sumaban un total de 28.762 empresas activas registradas, un 1,5 por ciento menos que las existentes sólo un ejercicio antes. Esta caída en el número de empresas no es un rasgo particular de la industria de alimentación y la fabricación de bebidas, ya que el número de empresas en el total de la economía ha caído un 1,7 por ciento.