El último de Filipinas: el brandy de Jerez conquista el país
Un año después de que la Organización Mundial del Comercio (OMC) exigiese a Filipinas acabar con la discriminación fiscal que desde 2004 ha mermado las exportaciones del brandy de Jerez al país asiático (el primer importador y consumidor de esta bebida en el mundo), el Gobierno de Manila ha dado finalmente su brazo a torcer.
En un primer gesto Filipinas ha puesto punto y final a la tasa de importación que durante años ha aplicado a las bebidas espirituosas tanto europeas como estadounidenses, a las que gravaba con una tasa de importación entre 10 y 50 veces superior a las que asignaba a las bebidas producidas a nivel local.
En el caso del brandy de Jerez esa discriminación era incluso mayor, ya que la diferencia impositiva respecto de las bebidas espirituosas de producción filipina oscilaba entre un 1.000 y un 4.000 por ciento, provocando unas pérdidas de 35 millones de euros al brandy de Jerez, según los datos que el Consejo Regulador del Brandy ha facilitado a El Economista Alimentación.
Ahora que Filipinas ha adoptado un nuevo sistema de impuestos sobre las bebidas espirituosas?se trata de un sistema híbrido (por grado alcohólico + tasa ad valorem de un 15 por ciento por grado alcohólico del precio neto al detalle por botella), esas pérdidas podrían tener los días contados y, en el mejor de los casos, transformarse en beneficios.
Y es que el brandy de Jerez lidera el ranking de bebidas alcohólicas importadas en Filipinas con una media anual de diez millones de botellas comercializadas en la última década.
Sin embargo, el espirituoso jerezano representa aún sólo el 10 por ciento del consumo de brandy?una de cada diez botellas- en el archipiélago filipino, por lo que las bodegas del Marco de Jerez ven un gran potencial de futuro.
Sólo en el año 2012, el brandy de Jerez exportó más de
cuatro millones y medio de litros a Filipinas (en concreto
4.555.609, que equivalen a más de seis millones y medio de botellas).
Con esta cifra, el país asiático se sitúa muy por delante del segundo mayor importador de nuestro brandy:
Guinea Ecuatorial, con 2.211.713 litros comprados el
último año.
De todos los litros del brandy de Jerez exportados a
Filipinas, la categoría Solera superó los ocho millones de
botellas (con 3.699.665 litros, igual a 5.285.236 botellas),
seguida de la categoría de Solera Reserva, con más de
724.431 litros vendidos, lo que supone más de un millón de botellas, y del Solera Gran Reserva, con 131.513 litros, igual a 187.876 botellas.
Cifras que podrían aumentar en los próximos meses. Aún así, el Consejo Regulador del Brandy de Jerez advierte de que la reforma fiscal a favor del brandy de Jerez en Filipinas coincide ?con la inevitable repercusión en los precios de exportación de nuestro destilado debido al
extraordinario incremento que venimos sufriendo en el coste de nuestra materia prima, es decir, de los destilados de vino?.
Independientemente del precio de dichas materias primas, el mercado filipino se antoja una oportunidad para el brandy jerezano cuya comercialización en España ha cedido terreno al gin, que ya es la tercera bebida espirituosa más consumida en nuestro país.
Por delante de la ginebra sólo se mantienen el whisky y el ron (fundamentalmente el ron oscuro), con un 31,5 y un 20,5 por ciento de cuota de mercado respectivamente.
La ginebra ya alcanza el 15 por ciento mientras el brandy se queda con un 7,9 por ciento de cuota de mercado, según el Informe Económico de la Federación Española de Bebidas Epirituosas.