Desarrollo sostenible

Aenor creará normas para agilizar la recuperación tras las catástrofes



    Nadie podía imaginar que la nevada en Barcelona de este invierno fuera a provocar la caída de 33 postes de alta tensión y que la ciudad fuera a quedarse a oscuras; tampoco nadie creyó que se quedaría en tierra por culpa de la erupción de un volcán.

    Estos son ejemplos, junto con el 11S, el incendio de la torre de Windsor y la plataforma de BP, de catástrofes a las que nos exponemos, y cuyas consecuencias la Asociación Española de Normalización y Certificación (Aenor) quiere reducir.

    Como entidad legalmente responsable del desarrollo de las normas técnicas en España, Aenor va a crear directrices para garantizar la continuidad de infraestructuras y servicios críticos ante situaciones límite.

    Protección y seguridad ciudadana

    Como ha explicado José Luis Tejera, director de Desarrollo de Aenor, ya existe un comité que se centra en la protección y seguridad de los ciudadanos. Ahora Aenor quiere crear un subcomité para garantizar la continuidad de las infraestructuras y servicios críticos.

    En su opinión, estas normas ayudarán a medir la capacidad colectiva de respuesta de las empresas ante los grandes incidentes que afectan a los servicios de todo un sector, y cuyo alcance puede llegar a nivel nacional, sumándose a las ya existentes a nivel de empresas. Para elaborar estas normas es necesaria la participación de todas las partes implicadas.

    Según César Pérez-Chirinos, presidente del Instituto de Continuidad de Negocio del Banco Central Europeo y presidente del subcomité donde se van a elaborar las normas, el proyecto propone una "mayor capacidad de recuperación antes grandes impactos".

    Según datos ofrecidos por Marc de Schouwer y José Luis Arribas, expertos en continuidad de negocio, cuando ocurre un desastre, un 40 por ciento de las empresas podrían dejar de existir en menos de dos años. A largo plazo, sólo el 8 por ciento sobrevivirían. Por este motivo es necesario estar preparado.

    Niveles de los daños

    Las normas que se van a preparar corresponden a las categorías 2 y 3. La categoría 1, que ya dispone de directrices legales y técnicas, engloba los sucesos que afectan a la organización, y la mitigación del daño puede hacerse con medios propios, como los incendios o las inundaciones. A la categoría 2 corresponden los accidentes que alcanzan a la organización, los sectores y las cadenas de suministro. Su mitigación necesita medios propios y externos. Son catástrofes como explosiones y huracanes.

    Con respecto a la categoría 3, el daño alcanza el área económica de las empresas, y su mitigación es a nivel nacional, como un maremoto o las cenizas del volcán islandés. Por último, la categoría 4 corresponde a daños que afectan a la especie humana, como una bomba atómica, por lo que no tiene sentido realizar normas para este nivel.