Adriana Davidova y Liberto Rabal protagonizan "Hacia el amor"
Plaza, ha explicado hoy a Efe Davidova, fue el que apostó porque la parte masculina de la pareja fuera el director, actor y marido en la vida real de Davidova, que, como la obra de Bergman, refleja el conflicto entre "femenino y masculino", y entre el "amor y desamor".
La adaptadora y actriz asegura que "en cuanto" Plaza leyó "esta versión" quiso formar parte del proyecto, que hace un guiño a la película de Bergman "Hacia la felicidad".
Para Davidova es "un honor" hacer la adaptación de la obra del "genio" de la dramaturgia del siglo XX y asegura que llevaba "mucho" tiempo deseando hacer un homenaje y estudio de "búsqueda" sobre el guionista y director de teatro y cine sueco.
"Es una versión mía de la que me siento muy orgullosa porque está más que aprobada por la Fundación Bergman, algo muy difícil pero les ha gustado y nos están respaldando", ha explicado Davidova.
La escenografía, libre de "artificio", es otra apuesta de Plaza, "maravillosa" porque permite que las situaciones se "creen" con los "mínimos" elementos físicos y con la "máxima energía" de los personajes, actores y espectadores.
Trabajar junto a su marido está siendo una experiencia "enriquecedora" y muy "intensa" porque sobre el escenario confluyen "dos parejas" con su propio "mundo interior", el de los protagonistas de la pieza y el suyo como pareja real.
La obra ya se ha podido ver en el Festival de Málaga y en los ensayos abiertos al público del Conde Duque, donde los espectadores salían sintiéndose "muy identificados", según la actriz y adaptadora.
Esta sensación, dice, es posible porque "todos" se pueden ver reflejados en los personajes que Bergman "revela", algo de lo más "bonito" y "mágico" en su obra.
Davidova ha querido pedir a los políticos en "un día tan especial", en el que se celebra el debate de investidura de un candidato a presidente del Gobierno, que no olviden que su deber es trabajar "para y por los ciudadanos" y les recuerda que a través de la cultura "siempre crece la libertad".
Los políticos, propone, deben preguntarse "qué" se le está dejando a "nuestros pequeños" que son el "presente" y "el futuro".