La lucha contra la deforestación precisa miles de millones
Sin el dinero para comprar reducciones de emisiones, el mecanismo conocido como REDD+ (Reducciones de Emisiones por Deforestación y Degradación) se verá ampliamente socavado, restringiendo los incentivos para mantener los árboles, dijo.
La deforestación es un productor importante de gases que captan calor en el mundo, y suponen alrededor de un 15 por ciento de las emisiones globales.
Brasil, Indonesia y Nigeria están entre los mayores emisores de dióxido de carbono procedente de la deforestación.
REDD es el programa principal para combatir la destrucción forestal. Está siendo evaluado en la convención sobre cambio climático de Naciones Unidas y será parte de un acuerdo mundial sobre clima que se prevé que se firme el año que viene.
Pero desde que ese acuerdo entre en vigor en 2020, la demanda de reducción de emisiones basadas en la deforestación estaría limitada por un tiempo a compañías que quieren neutralizar sus emisiones y unos cuantos fondos para carbono.
Los mercados de cumplimiento, como el Sistema de Comercio de Emisiones de la UE, no aceptan activos con origen en bosques.
"Actualmente no hay fuente de demanda que pague las reducciones de emisiones de REDD+ a medio y largo plazo en el período entre 2015 y 2020", dijo el informe producido por Global Canopy Programme, Amazon Environmental Research Institute, Fauna & Flora International, y el Programa Medioambiental de Naciones Unidas.
"Este problema amenaza seriamente a la implementación exitosa de REDD+, porque sin demanda interina allí habrá poco o ningún incentivo para que los países con superficie forestal participen o redirijan recursos a través de REDD+, o para que invierta el sector privado", dijo.