Fiscales rusos registran las oficinas de Amnistía Internacional en Moscú
Desde su vuelta al Kremlin en mayo, el presidente Vladimir Putin ha firmado leyes para estrechar los controles sobre organizaciones no gubernamentales, requiriendo que aquellas con financiación exterior sean registradas como "agentes extranjeros".
El Kremlin dice que las leyes son necesarias para impedir que haya grupos de espionaje para gobiernos extranjeros, pero las redadas de las autoridades estatales, que abarcan desde inspectores de hacienda hasta bomberos, son consideradas por los críticos de Putin como parte de una campaña para reprimir la disidencia.
"Es una especie de hostigamiento", dijo Sergei Nikitin, director en Rusia de Amnistía Internacional, un grupo de defensa de los derechos humanos con sede en Londres. "Esta inspección no estaba planeada".
La fiscalía no estuvo inmediatamente disponible para hacer comentarios y no estaba claro por qué habían sido registradas las oficinas.
Estados Unidos, el Consejo de Europa y Amnistía expresaron su alarma la semana pasada por la oleada de registros, entre los que se incluyó a Memorial, el grupo de derechos más antiguo de Rusia.
Amnistía dijo el viernes que las redadas "refuerzan el ambiente intimidatorio para la sociedad civil" en Rusia. La embajada de Estados Unidos lo definió como una causa de "gran preocupación", y el comisario europeo de derechos humanos pidió detener inmediatamente los registros.
Putin ha acusado a gobiernos extranjeros, incluido Estados Unidos, de entrometerse en la política de Rusia.
Rusia cerró las operaciones de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) a principios de este año, alegando que había intentado influir en la política.