El Ártico necesita protección ante la fiebre por los recursos, dice la ONU
El libro del PNUMA para 2013 se presentó el lunes para acompañar la inauguración de unas conversaciones en Nairobi a las que acudirán ministros de Medio Ambiente y altos cargos de unas 150 naciones, dirigidas a hacer más ecológica la economía mundial en momentos de débil crecimiento económico.
"Lo que estamos viendo es que el derretimiento del hielo está provocando una precipitación hacia exactamente los combustibles fósiles que cebaron el derretimiento en primer lugar", dijo Achim Steiner, subsecretario general de la ONU y director ejecutivo del PNUMA.
"Como señala el Libro del Año 2013 del PNUMA, la precipitación para explotar esas vastas reservas inexploradas tienen consecuencias que deben ser pensadas cuidadosamente por países de todo el mundo, dados los impactos globales y asuntos en juego".
El pasado septiembre, el hielo ártico alcanzó su nivel más bajo en los datos registrados por satélite, que datan de 1979, y los científicos dicen que podría haber un verano sin hielo para 2030-2040.
Se culpa principalmente del derretimiento al aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, a contaminantes de vida corta como el hollín, y a las variaciones en las corrientes atmosféricas y oceánicas.
La capa de hielo de Groenlandia también se ha estado derritiendo, el permafrost de la tundra se ha descongelado y hay menos nieve en la tierra y en los glaciares.
A medida que se retiran el hielo y la nieve, se abren más rutas marítimas y el acceso es más fácil para la exploración de petróleo y gas y las compañías mineras. Sin embargo, el incremento de la actividad humana podría amenazar los ya frágiles ecosistemas y la fauna y la flora, dijo el PNUMA.
FIEBRE POR LOS RECURSOS
La Encuesta Geológica de Estados Unidos estima que el 30 por ciento del gas natural sin descubrir del mundo y el 15 por ciento del petróleo están en el Ártico. Varias empresas, incluida la rusa Rosneft, la noruega Statoil y Exxon Mobil, con sede en Estados Unidos, se están preparando para perforar en áreas de derretimiento del hielo marino, a pesar de los riesgos, las dificultades tecnológicas y los costes.
Algunos países han estimado que la Ruta del Mar del Norte se convertiría en una autopista marítima, con un incremento en 40 veces la navegación para 2020.
También habrá probablemente un boom en las industrias pesqueras. Ahora se está detectando un cambio que ya se había predicho hacia las especies de pescado subártico, como el bacalao del Atlántico y del Pacífico. Se estima que las capturas de peces en las latitudes altas, incluido el Ártico, podrían incrementarse de un 30 a un 70 por ciento para 2055.
El Consejo ártico, formado por Canadá, Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega, Rusia, Suecia y Estados Unidos, tiene un papel crucial en asegurar que cualquier explotación de recursos se hace responsablemente, dijo el PNUMA.
El organismo de la ONU recomienda que no se den pasos para explotar el Ártico sin primero valorar cómo afectarían los ecosistemas y poblaciones.
Recortar las emisiones de gases de efecto invernadero, que se piensa que contribuyen a elevar las temperaturas mundiales, debería seguir siendo una prioridad, según el PNUMA.
Pero también deberían considerarse acciones para recortar las emisiones de contaminantes de corta vida como el negro de humo.
También se necesita más investigación sobre los impactos del cambio climático en la región, y los gobiernos deberían adoptar una perspectiva de desarrollo a largo plazo en el Ártico, implicando a la gente local y a otras partes interesadas, dijo el PNUMA.