Construcción Inmobiliario

Barcelona pierde 380.000 m2 de oficinas en una década en favor de pisos y hoteles



    Barcelona, 9 feb (EFE).- La ciudad de Barcelona ha perdido en una década un total de 380.000 metros cuadrados de oficinas porque estos edificios se han reconvertido en hoteles (52 %), se les ha dado un uso residencial (44 %) o bien se han destinado a otros usos (4 %).

    En un comunicado, la consultora JLL destaca que esos 380.000 metros cuadrados implican que la superficie disponible para este uso en la zona céntrica de la ciudad ha caído un 12 %.

    Según cálculos de esta consultora, este proceso ha generado inversiones superiores a los 2.000 millones, y ha tenido dos fases diferentes.

    En primer lugar, al calor de la burbuja inmobiliaria, se dio un proceso de reconversión de edificios de oficinas para uso residencial, hasta que en 2007 estalló la crisis y se frenaron movimientos y operaciones.

    La segunda fase tiene su origen en 2013, cuando los edificios de oficinas pasaron a convertirse en hoteles, un fenómeno que adquirió mayor repercusión todavía en 2014, cuando se reconvirtieron en hotel un total de 95.000 metros cuadrados de oficinas en Barcelona.

    En esta tendencia ha pesado el hecho de que las grandes empresas han preferido mudarse a modernos edificios en nuevas áreas de negocio de la ciudad mientras el sector hotelero buscaba ubicaciones céntricas en Barcelona.

    JLL asegura que el 60 % de toda esta superficie que ha cambiado de uso en la última década estaba situada en el centro de la ciudad, mientras que un 28 % estaba en la zona de Paseo de Gràcia y Diagonal.

    De hecho, durante este período, ha habido edificios que se han vendido hasta dos y tres veces, como los situados en el número 1 de Paseo de Gràcia o bien el número 5 de Plaza Catalunya.

    Un caso interesante es el de la antigua sede de Banesto, situada en Plaza Catalunya, 11, que fue comprada por Pontegadea (sociedad de inversión inmobiliaria de Amancio Ortega) a Sareb por 44 millones y ahora se convertirá en un hotel Iberostar.

    Otro ejemplo de reconversión son las antiguas dependencias del departamento de Interior situadas en el Paseo Pujades 11-13, que la cadena Motel One compró a la Generalitat por 14 millones para hacer un hotel.

    Asimismo, la compañía Henkel vendió su sede corporativa, situada en la calle Córcega, 480, a Meridia Capital, para trasladarse a un complejo situado en el 22@.

    El fondo demolerá las viejas oficinas para construir un proyecto inmobiliario que, además del hotel, incluirá un bloque de 33 pisos, un local comercial y seis viviendas adosadas.

    Todos estos movimientos han hecho que la tasa de disponibilidad media de oficinas en Barcelona se situara al cierre de 2014 por debajo del 13 %.

    Respecto a las previsiones para 2015, el director general de JLL en Cataluña, Jordi Toboso, ha comentado que la tendencia será "claramente de descenso" por la falta de oferta nueva de oficinas, y ha augurado que no será hasta 2016 cuando se podrá ver nuevos edificios de oficinas como la Torre Marina, situada junto al Paseo de la Zona Franca.