Construcción Inmobiliario

Sacyr refinanciará su deuda por Repsol sin necesidad de desinvertir

  • Pondrá en marcha la salida a bolsa de Testa a partir del 3 de febrero
  • La banca cerrará el acuerdo sin exigir nuevas garantías a Sacyr


Sacyr tiene prácticamente cerrado el acuerdo de refinanciación de los 2.276 millones de euros que mantiene de deuda por su participación en Repsol. Las entidades financieras cerrarán en los próximos días un nuevo préstamo, sin necesidad de que la constructora tenga que reducir su participación en la petrolera, que en estos momentos asciende a un 8,89%, tras haber cobrado el dividendo en efectivo y haber diluido su participación, al igual que el resto de los principales accionistas como La Caixa (11,69%) y Temasek (6,03%).

La constructora ha logrado el visto bueno del Banco Santander, el coordinador global, y ha aglutinado al 75% de la treintena de bancos acreedores para poder alcanzar en la fecha prevista, el próximo 31 de enero, un acuerdo sobre la nueva estructura de financiación.

Los bancos acreedores consideran que Sacyr -que apenas puso capital para hacerse con esta participación- deberá enfrentarse a unos mayores costes financieros de esta deuda. Para ello, dividirá el nuevo crédito en dos partes y ligará una de ellas a la evolución de la cotización de Repsol.

Según fuentes consultadas por este diario, los bancos incrementarán en 100 puntos básicos los tipos de interés a pagar a las entidades financieras a partir de un determinado precio de la acción de Repsol, que se revisará, previsiblemente, de forma anual y que se espera que estén por debajo del euríbor a tres meses más 450 puntos básicos.

En estos momentos, las entidades están ultimando los flecos necesarios y tratando de cerrar el reparto definitivo de la deuda de la constructora que preside Manuel Manrique.

Las entidades acreedoras son conscientes de que forzar una operación de venta de una parte de los títulos de la petrolera podría generar una profunda inestabilidad, que no sería beneficiosa para ninguna de las partes. Con esta decisión, los bancos se aseguran que el dividendo que abona Repsol siga sirviendo para hacer frente al pago de la deuda y se aseguran que si la operación de compra de Talisman es un éxito y los precios del petróleo vuelven a subir, sus ingresos también se incrementarán.

Santander, el principal acreedor de la constructora, celebró las primeras reuniones con Sacyr en marzo, pero acordó dejar hasta el pasado septiembre el inicio de las conversaciones formales para la renovación del crédito, a la espera de ver la evolución de los títulos de la compañía, que, efectivamente, han pasado de cotizar alrededor de los 19 euros por acción a los 15,4 euros.

Sin garantías adicionales

La banca además tampoco pedirá garantías adicionales a Sacyr, lo que abre la puerta a una rápida colocación en bolsa de Testa, a cuyo frente han situado al director financiero de Sacyr, Fernando Lacadena, que fue sustituido a finales de diciembre por Juan Gortázar, exdirector de banca corporativa en Royal Bank of Scotland, aunque ha seguido ligado a este proceso de refinanciación.

Testa ha convocado para el próximo 3 de febrero a su junta de accionistas, con la intención de desbloquear la operación de salida a bolsa de la compañía, que en estos momentos no podría realizarse al haber expirado los permisos concedidos por su junta general el año pasado.

La patrimonial prevé acordar una reducción de capital de 669,7 millones de euros, lo que supondrá rebajar el valor nominal de las acciones desde los 6 euros actuales hasta los 0,20 euros, es decir, en 5,80 euros.Asimismo se pagará un dividendo extraordinario por importe de 527,7 millones de euros - 4,57 euros por acción- con cargo a las reservas de libre disposición.

Con esta operación, Sacyr -que tiene el 99,4% de Testa- ingresará alrededor de 1.150 millones, lo que permitirá reducir o eliminar la deuda que mantiene con su patrimonial de cerca de 900 millones de euros e ingresar alrededor de 250 millones de capital directamente en la matriz.

Asimismo, Sacyr acometerá -siempre ligado a esta primera operación- un proceso de colocación en bolsa de entre el 25% y el 30% del capital de Testa, por el que pretenden ingresar al rededor de 300 millones de euros. Es decir, unos ingresos líquidos de alrededor de 550 millones de euros que irán directamente a la caja.

Sacyr se ha dado en esta ocasión hasta el 2 de febrero de 2016 para realizar la salida a bolsa, pero la compañía ya tiene mucho camino avanzado, ya que el folleto se encuentra desde hace meses registrado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

El grupo constructor además mantiene a la venta su participación en Itínere, aunque por el momento las ofertas no se están acercando a las cifras barajadas por los vendedores, pero la entidad quiere hacer un tercer intento de venta a lo largo de este ejercicio.

Sacyr comenzó también el año con una victoria parcial en el conflicto por la obras del Canal de Panamá. El consorcio que comanda ganó dos de las principales reclamaciones que se habían presentado a arbitraje sobre los sobrecostes en este emblemático proyecto, por lo que la Autoridad del Canal (ACP) deberá indemnizarles con 193 millones de euros.