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Las Pymes tienen nuevas herramientas para mejorar su competitividad energética



    El martes 7 de junio se celebró el Observatorio Axpo: Energía sostenible y competitiva para las pymes en la sede de elEconomista, en la calle Condesa de Venadito ,1.

    España tiene el triste honor de estar en los puestos líderes de la UE en relación al precio de la electricidad. Ello merma notablemente la capacidad de competir de las firmas españolas en un mercado que es global, con especial incidencia en las pequeñas y medianas empresas. Para analizar la problemática y aportar soluciones, elEconomista ha celebrado el Primer Observatorio Axpo: Energía Sostenible y Competitiva para las Pymes.

    En el Observatorio Axpo han participado Ignacio Soneira, director general de Axpo Iberia; Miguel España Muñoz, director general y propietario de Embutidos España y presidente de la Asociación de Industrias Cárnicas de Toledo; Francisco Espinosa, socio director de la Asociación de Consumidores de Electricidad (ACE); y Luis Rodulfo, director general de la Confederación Española de Asociaciones de Fabricantes de Productos de Construcción (Cepco) y miembro del Comité Ejecutivo de Cepyme.

    Para algunas empresas industriales acero, cemento, ladrillo, azulejo, etc., los costes energéticos representan alrededor de una tercera parte de los costes de producción. "A partir de ahí tenemos el marco de juego en el que una empresa empieza a hablar de competitividad. Si vemos que la energía en España, especialmente para la industria, es posiblemente la más cara de Europa... Pues estamos percibiendo una situación en la que la empresa española está en peor situación competitiva que la empresa europea", según Luis Rodulfo.

    A esa desventaja de partida hay que añadir otros costes, como los provocados por el mercado de emisiones de CO2, inexistente en otras latitudes. "La mezcla es francamente difícil de soportar para las empresas", sigue Rodulfo.

    Puede que las exportaciones españolas crezcan más que la media europea, y que se haya batido el récord histórico, pero si algo amenaza a la industria es el riesgo de deslocalización. "Un empresario, entre producir aquí o a 500 kilómetros más abajo, sin CO2 y con la energía más barata... Es una tentación que se pueden plantear", sentencia Rodulfo.

    Interconexiones y déficit

    Francisco Espinosa abunda en los motivos por los que la energía es más cara en España. Dos son los principales factores: la falta de interconexiones y la necesidad de absorber la deuda del sistema eléctrico generada durante una década.

    La interconexión útil del país con Francia se limita a unos 2.500 MW, "poco", e impide, por un lado, exportar electricidad renovable y, por otro, importar la energía cuando es más barata al otro lado de los Pirineos. "El aumento de interconexiones es fundamental para conseguir unos precios medios saludables; en España no hay una competencia real porque es un mercado cerrado, y los precios son más altos", sostiene Espinosa.

    Y sobre la absorción de la deuda, que todavía ronda los 27.000 millones de euros, ésta se carga sobre los peajes de la electricidad. Por ello, sólo el 40 por ciento del importe de las facturas corresponde a los costes de transporte y distribución. Éstos, además, se cargan en los consumidores según su nivel de tensión "se paga más cuanto más baja sea la tensión a la que se consume la electricidad", por lo que las Pymes se ven especialmente perjudicadas. "Hay un desajuste que algún Gobierno debería de una vez tomarse en serio y ajustar esas tarifas de acceso que son un serio problema", concreta Espinosa.

    Indudablemente, comentan los expertos, la situación del déficit del sistema eléctrico exigía una solución, pero que ésta haya tenido que ser soportada por una industria que sufría la crisis es un agravio comparativo importante.

    En consecuencia, sería necesario revisar el modo en que se distribuyen los costes entre los diferentes consumidores y eliminar todas las partidas que no deberían estar en la tarifa eléctrica. Igualmente, habría que plantearse por qué la consecución de la mayoría de los objetivos ambientales en materia energética se cargan sobre el precio de la electricidad.

    Mecanismos de contratación

    Una fórmula válida para abaratar la factura es trabajar los mecanismos de contratación. Como recuerda Ignacio Soneira, "si en vez de un contrato de precio fijo se firma un contrato a medida de las necesidades, los ahorros pueden rondar el 15 por ciento".

    Además, continúa Soneira, "las alternativas que antes sólo tenían las empresas grandes se están democratizando, y ahora todos pueden elegir diferentes modalidades de contratación". Y añade que "también hay medidas de eficiencia o control, tanto de tu suministrador como de lo que tú estás gastando; hay aplicaciones que te permiten analizar tus patrones de consumo y ganar competitividad".

    Acudir a los intermediarios especializados es una buena opción, porque dotan a las empresas de las herramientas que impulsan su competitividad con la gestión inteligente de su partida energética. "Un noventa y mucho por ciento son empresas con menos de 10 empleados y no podemos pretender que tengan un experto en energía", explica Soneira, antes de proseguir: "por eso los comercializadores de electricidad no sólo tenemos que focalizarnos en vender un producto, sino en asesorar sobre el producto que más conviene a cada una de las empresas", apostilla.

    Debatiendo sobre el problema, se apunta que las Pymes no conocen las opciones a su disposición; muchas están mal asesoradas y confundidas. Y además han de tener cuidado con la contratación de los servicios, por los fraudes en la comercialización que está desvelando la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

    Difíciles compras conjuntas

    Y tampoco se puede olvidar la propia actitud de las Pymes, a las que resulta muy complicado convencer para que se unan a la hora de contratar la electricidad y conseguir precios mejores. Hay ejemplos de éxito, como el de las azulejeras de Castellón con los suministros de gas, pero no es una práctica generalizada, ni mucho menos.

    Miguel España refiere que él mismo lo intentó en la Asociación que preside, sin éxito. Presentó un proyecto para solicitar ofertas conjuntas, porque "siempre será mucho más barato comprar entre 30 que comprar individualmente, pero al final nadie dijo"cuenta conmigo"... Los españoles somos así: queremos ser todos individualistas, y queremos que no se meta nadie en casa de otro. Al final no se hizo nada".

    En la falta de resultado de este tipo de iniciativas subyacen las contraofertas que, al tener conocimiento de lo que sucede, hacen los suministradores habituales, sobre todo los grandes grupos integrados. Estas contraofertas ya son positivas, porque implican una reducción de los precios, de modo que el mundo asociativo debería entender las ventajas de las compras conjuntas, y tener cuidado con el tipo de pactos que alcance, para que no sean contrarios a la competencia y punibles por parte de la CNMC.

    Energía renovable y eficiencia

    A la contabilidad de las empresas les da igual el origen de la electricidad, aunque su color verde sea un plus con mucha importancia en algunos negocios, como los hoteles; ofrecer consumos de energía renovable certificada es muy importante para algunos turoperadores europeos, y se traduce inmediatamente en más reservas hoteleras.

    Como es una tendencia imparable, Soneira insiste en que "con independencia de su sector o volumen de consumo, cualquier empresa puede contratar energía verde sin tener que pagar más y sin hacer ningún cambio en sus instalaciones ni en sus hábitos de consumo, diferenciándose así frente a su competencia".

    Porque es el futuro, los expertos concluyen que sería conveniente incentivar más la energía limpia, ya fuera con medidas fiscales o de otro tipo. Y que, después de años de mensajes negativos sobre las renovables, éstas reciban un baño de credibilidad para devolverles un atractivo injustamente erosionado.

    En cambio, sí es rentable adentrarse en el terreno de la eficiencia energética. Hacer una auditoría energética resulta básico para adoptar medidas, y también es positivo contratar empresas de servicios energéticos (ESE), que obtienen sus ingresos a partir de los ahorros que proporcionan a los clientes. La Administración debería dar ejemplo; una posibilidad sería que rehabilitase, como le exige la legislación, el 3 por ciento de la superficie de sus inmuebles anualmente.

    La opción del autoconsumo

    Polémico como pocas cosas, el autoconsumo es el futuro: "No se le pueden poner puertas al campo", dice Soneira llanamente. Los costes de las tecnologías han bajado muchísimo y lo que habría que decidir es la instalación de las fuentes renovables allí donde resulten más rentables; tiene poco sentido que Alemania sea el país con más paneles solares de la UE, mientras que en España, con mucho más sol, su instalación esté penalizada.

    En España la normativa del autoconsumo impone tantos peajes por la presión de determinados agentes y por el miedo del Gobierno a una nueva burbuja renovable descontrolada. Pero teniendo en cuenta la contestación que está teniendo, las expectativas son que se modificará a no mucho tardar.

    Adicionalmente, el autoconsumo no tiene porqué ser exclusivamente solar; hay otras opciones exitosas, como demuestran aplicaciones geotérmicas en el País Vasco.

    Gestión de la demanda

    En España no existe la posibilidad de que los pequeños consumidores participen en los mercados de ajuste del sistema eléctrico, adaptando su demanda a las necesidades puntuales del sistema y cobrando por ello, algo que sí pueden hacer los grandes consumidores con el mecanismo de la interrumpibilidad.

    Es prácticamente seguro que a estas prácticas de gestión de la demanda y al nacimiento del negocio de agregar dicha demanda les llegará su momento, pero hoy por hoy su implantación es difícil, porque hay exceso de capacidad instalada. Además, sería conveniente demostrar que realmente supone un ahorro para el sistema frente a otras opciones, porque de otro modo sería absurdo implantarlas. En cualquier caso, REE quiere retomar el asunto y está convocando reuniones para estudiarlo.

    Otro problema al que se debe hacer frente es la falta de seguridad jurídica. Casos como el recorte retroactivo a las renovables y la cogeneración, o el cambio de reglas de la interrumpibilidad, no deberían ocurrir. Las reglas del juego deben ser conocidas siempre.